Una vida que se truncaba por una enfermedad desgastante, una historia destrozada y miles de anécdotas que se convertían en humo. No fue el mejor de los hombres, por Dios que lo intento una y otra vez. Su otra mitad, su sangre... Se marchaba para siempre.
Su mitad, era luz en la oscuridad, era amigo en la penuria, era todo lo que un ser humano debía poseer en virtud. En cambio él ¿Quién era? Un ser oscuro, mezquino, disoluto que dio la espalda al necesitado e hizo daño a quién no merecía.
Lloró amargamente y bebió todo el alcohol que su cuerpo podía soportar. Cuando estaba a punto de colapsar un momento de reflexión le vino a la mente, la vida que terminaba él la tomaría. Su redención se hallaba en la imitación.
10 años antes...
La primera vez que la vio tenia ocho años, estaba jugando con sus primos cuando sin querer la piso y cayó sobre ella.
–Hey ¡Que es lo que ocurre!– contestó una niña, mirando fijamente a los ojos azules del muchacho.
–Perdone mi lady– dijo el muchacho con un leve temblor en la voz, quien aun principio no se atrevía a mirarla a la cara.
La niña arqueo las cejas en señal de asombro para luego soltar una carcajada que dejo perplejo al niño que aun no podía incorporarse después del golpe.
–Lo siento, si te hice asustar– guiñándole el ojo-- mi intención no era que te sientas incomodo, pero me parecio muy gracioso la forma en que caiste-- tapándose la boca para evitar seguir riendo– Sigo siendo descortes ¿Cual es tu nombre?
–Soy...Soy Robert– contesto tímidamente y totalmente sonrojado.
–Soy Charlotte– quien aun estaba sentada sobre el césped mirando de abajo al timido niño. Se puso de pie para luego limpiar su maltrecho vestido, camino en dirección a Robert para luego extenderle la mano.
–Mucho gusto.
El niño sonrió y le entrego su mano, para luego ser jalado hacia ella hasta chocarse quien era centímetros más alta.
–El gusto es mio– bufó
Charlotte hizo una mueca de burla y se agacho levemente susurrándole al oído –¿Dónde dejaste a tus compañeros de juego?– recorriendo un escalofrío por el cuerpo del niño.
–No lo sé– encogiendo los hombros.
–Hmmm– dijo con suspicacia–Que malos compañeros de juego tienes, si yo fuera tu compañera de juego, jamás te dejaría por más torpe que seas, aunque naturalmente me cansaría de esperarte... — elevando una ceja.
Robert se alejó un poco, para mirar con más detenimiento a la muchacha, quedando impactado por el tono rojizo de su cabello. A la luz del sol parecía irreal el color , lo que le recordaba a los cuentos de hadas que le relataba su madre cuando no podía conciliar el sueño.
–¡Owww!
–¿Pasa algo?
–No, nada– moviendo la mano.
Charlotte estaba con el ceño fruncido pero luego sonrió, Robert le parecía un niño bastante peculiar y era el primero con el que podía conversar. Charlotte era blanco de burlas precisamente por el color de sus cabellos y las innumerables pecas que tenía en el rostro, sin embargo, lejos de acomplejarla la llenaba de orgullo, porque en más de una ocasión su padre le dijo que era "única" y eso es lo que ella siempre consideró ser "única".
–Es la primera vez que te veo por aquí ¿Estas de visita o algo así?
–Si– dando un suspiro–Vinimos a ver a mis tíos.
–¡Oh los Marqueses de Salisbury!
–Si....– no haciéndole gracia el comentario.
–¿Por qué pones esa cara?
–Por mi hermano, a quien le prestan mucha atención por ser alguien travieso y quisquilloso en algunas cosas. En cambio conmigo es distinto, la atención que me brindan es por mi salud que es frágil, entonces no puedo hacer determinadas actividades y casi todo el tiempo me la paso en mi habitación.
–No te preocupes, yo seré tu compañera de juego, pero te advierto que puedo ser más cruel que esos niños con los que juegas— sonriendo de forma macabra— ven por aquí siempre que lo desees a mí me encanta estar en el jardín y trepando árboles, pero este último es un secreto que debe quedar entre nosotros.
–Te lo prometo– se alegró Robert sonrojándose un poco y llevando una mano al pecho en señal de juramento.
—Ja Ja Ja nos llevaremos muy bien, ahora me tengo que ir, mi madre debe estar buscándome como una desquiciada– poniendo una cara graciosa.
–Esta bien, mañana nos vemos. Por favor no olvides tu promesa— extendiendo su dedo meñique.
–Te lo prometo — extendiendo su dedo para sellar el pacto y luego correr.
Robert estaba muy feliz porque había ganado una amiga, no importaba que sea más alta que él o mayor que él, ya tenía con quién compartir su soledad, no es que le desagradara estar con sus primos y/o hermano, simplemente que a ella podría seguirle el paso y no estar correteando hasta sentirse exhausto al punto del colapso.
Al entrar a la Mansión de sus tíos subió sigilosamente a su habitación para sacar del baúl de ropa una pequeña libreta, su diario, su mayor tesoro; lo abrazó fuertemente y luego lo puso en la mesa cerca de la ventana poniéndose a describir a la joven de cabellos rojizos que lo había cautivado.
Así pasaron todo el verano, encontrándose por las tardes riendo y leyendo libros, para Robert esa muchacha era su alma gemela, su corazón siempre le pertenecería, lástima que pronto se separarían.
Una tarde Charlotte llegó al jardín toda compungida, su madre le informó que ese mismo día regresarían a Londres y que pronto sería presentada en sociedad. Robert se quedó a su lado sin decir una palabra, y para que ya no estuviera triste le regaló un pedazo de papel con la forma de un pato, ella por su parte, le regaló una pulsera hecha de hilos. Prometiéndose que no importara cuanto tiempo pasara, se volverían a encontrar.
Charlotte le dio un beso en la mejilla y le frotó la cabellera seguida de un –Adiós.
Robert no respondió simplemente se quedó tocando el lugar de aquel beso y con ojos luminosos se prometió que aquella muchacha sería su esposa.
------------------Hola a todos aún no elegí personajes, pero agradezco todas las sugerencias.
ESTÁS LEYENDO
Solos en el Amor
HistoryczneCharlotte Grand, es una joven que creía estar enamorada de su esposo, sin embargo con el paso de los años su relación se ha tornado fría y monótona. Robert Devon un hombre apasionado y porque no decirlo...Libertino ENTRA A SINOPSIS PARA LEER COMPLETO