Capítulo 8

392 68 10
                                    

EDITADO

EDITADO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


AMBER 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AMBER 

SEPTIEMBRE, 2007


  Un quedo murmullo recorrió al grupo. Los que iban encapuchados se echaron las capuchas hacia atrás, y Amber pudo ver, por las expresiones de Jace, Alec e Isabelle, que muchos de los Cazadores de Sombras le eran conocidos.

—Por el Ángel—La mirada incrédula de Maryse pasó de Alec a Jace, cruzó por encima de Amber y Clary y regresó a su hija. Jace se había apartado de Alec cuando Maryse comenzó a hablar, y se mantenía un poco alejados de los otros cuatro, con las manos en los bolsillos. Isabelle retorcía nerviosamente el látigo que tenía en las manos. Alec parecía juguetear con su teléfono móvil—. ¿Qué están haciendo aquí? ¿Alec? ¿Isabelle? Ha habido una llamada de auxilio procedente de la Ciudad Silenciosa...

—Nosotros respondimos a ella— contestó Alec.

La mirada del muchacho se movió ansiosamente por el grupo allí reunido. Amber lo miro en entendimiento, sabía que su nerviosismo se debía por el grupo de Cazadores de Sombras. Podía percibir sus sutiles miradas puestas en ella, examinándola, evaluándola. Uno de ellos, una mujer con ondulantes cabellos canosos, la miraba fijamente con una fiereza que no tenía nada de sutil. Amber abrió los ojos, y luego los apartó.

—No estabas en el Instituto— prosiguió Alec—, y no podíamos ponernos en contacto con nadie... así que vinimos nosotros.

—Alec...

—No importa, de todos modos—concluyó Alec—. Están muertos. Los Hermanos Silencios. Están todos muertos. Los han asesinado.

Esta vez no surgió ningún sonido de los de allí reunidos. Todos se quedaron inmóviles, del mismo modo en que una manada de leones podría quedarse inmóvil al descubrir una gacela.

— ¿Muertos? — replicó Maryse—. ¿Qué quieres decir con que están muertos?

—Creo que está muy claro que lo que quiere decir. —Una mujer que llevaba un largo abrigo gris había aparecido de improviso junto a Maryse. Bajo la parpadeante luz, a Amber le pareció una especie de caricatura de Edward Gorey, toda ángulos agudos, cabellos recogidos hacia atrás y ojos igual que pozos negros cavados en la cara. Sostenía un refulgente pedazo de luz mágica sujeto a una larga cadena de plata, pasada a través de los dedos más delgados.

Pasajero [2] → [TMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora