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- ¡Blue! ¡Dios mío! Que susto me has dado mujer- gritó Agar cuando entró en la habitación, su padre la miró con el ceño fruncido

- No estés gritando, ella necesita tranq...

- Tranquilidad mis bolas- lo interrumpió, Gale se frotó la frente con una mano, ella nunca cambiaría- ¿Cómo estás ahora?- preguntó sentada a su lado. Blue quien sonreía desde que la vio entrar la miró.

- Estoy bien, Agar. De verdad, solo fue un susto, en un par de horas ya me dejarán ir. No tendrían que haberse molestado...

- No es molestia, eres de la familia. No sabes lo preocupados que se quedaron Andrew y Jason.

- Eso no me hace sentir mejor- Agar rió.

- Lo siento- antes de terminar de hablar la tos de Blue la había interrumpido, la rubia se cubrió la boca y siguió tosiendo preocupando a todos.

- Llamaré a un médico- dijo Gale lo suficientemente alto para que lo escucharan todos, y salió de la habitación.

No pasó ni un minuto hasta que entró el mismo doctor que la había atendido antes. Pidiendo espacio se acercó a Blue quien ya parecía que estaba mejor y dejaba de toser. Oyó los latidos de su corazón para asegurarse de que su ritmo cardíaco estaba bien, luego la hizo abrir su boca para ver si comenzaba a hincharse su garganta una vez más.

- Su ritmo cardíaco está un poco acelerado, la garganta sigue bien pero dime Blue ¿Sientes picazón, ardor o algún cosquilleo?- Roger y Agar escuchaban con atención, Gale parecía estar divagando.

- Nada de eso doctor- susurró, de pronto comenzaba a sentirse un poco cansada. El doctor miró sus ojos y frunciendo el ceño le tomó el rostro notando que estaba fría y un poco húmeda.

- Mira al frente Blue- ella obedeció- tus pupilas están demasiado dilatadas, es extraño- murmuró- ¿Tienes frío?

- No- respondió, su respiración un poco agitada.

- Tu piel está bastante fría y comienzas a sudar. Voy a darte antibióticos, parece que tienes fiebre- cuando el doctor comenzó a caminar a la salida una voz lo detuvo.

- Espere- todos los ojos se posaron en Gale- ¿Dijo que su ritmo cardíaco está acelerado?

- Si, tengo que...

- Ritmo cardíaco acelerado, pupilas dilatadas, piel fría y húmeda. Blue ¿Puedes respirar bien?- se acercó a ella, el doctor veía a aquel hombre con curiosidad.

- Bueno... estoy un poco agitada, creo- susurró respirando con dificultad. Gale miró el suero en su mano, su mirada recorrió el delgado tubo transparente, sus ojos se clavaron en el punto de inyección, ladeó la cabeza, era una corazonada, se acercó para verlo de cerca.

- ¿Le pusieron algo?- preguntó mirando a Roger.

- Sí, el doctor mandó a que le pusieran antibióticos.

- ¿Que doctor?- preguntó el doctor, Roger lo miró con confusión.

- Usted- respondió con dureza, algo no le gustaba de todo aquello.

- Yo no mandé a nadie ¿Quién vino?- preguntó alarmado, y alarmando a todos allí. Gale de inmediato tomó la mano de Blue y con cuidado sacó la aguja de su piel.

- Una enfermera pelirroja.

- ¿Dijo su nombre?- Roger negó hacia el doctor sintiendo un opresión en el pecho- iré a reportarlo con seguridad, le haremos unos análisis para saber...

- Ya sé de qué se trata- habló Gale sosteniendo a Blue de los brazos- está mareada. ¡Traiga un antídoto contra el cianuro, mientras más tiempo pase será peor!- exclamó dejando a todos perplejos.

RogerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora