Por siempre la sombra me seguirá, tal vez todo este dolor se pueda recuperar, extraños sentimientos me empezaron a intoxicar, cuando te movias sabía que yo no sería la persona que en tu mente vivía, cada atardecer me preguntaba cuando esto iba a ceder, pero solo tenía como repuesta un enorme anochecer. Mi boca te necesitaba. Mi mente perdida andaba. Mi cuerpo similaba un alma vacía, pero mi corazón gritaba y aquellos gritos que sangre derramaban no lograban llegar hasta ti. No pongo como excusa la distancia la cual nos marca en pulgadas, si no, un anhelo que se imploraba pero nunca se escuchaba. Decidimos tomar caminos distintos, sabía muy bien que a ambos nos destruiría, no rápidamente si no así como un café tarda en calentarse pero cuando no se puede más comienza a infriarse, asi fuimos, aunque ese cafe era nuestros ojos, ojos que se tornaron cristalinos como un mar en medio de la nada. Entonces cuando se derramó la primera lluvia, sabía que no sería lo mismo, y en ese fin, brotó una flor.
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Cuando Un Eclipse Te Alcanza
PoesiaEste no es un libro. Estas son palabras en forma de estrellas fugaces. Porque a veces para escribir hay que tener roto el corazón, y eso implica ver más allá de lo que otras personas temen a ver y sentir, o el simple hecho de volver a ser tu mismo/a...