Cuando Un Eclipse Te Alcanza

Lineas Descalzas

Acercate al balcón ésta vez, la luna no está aquí para que nos pueda mirar.
Sé que pediste que no estuviera, vamos a escapar de esta extraña realidad, el reloj nos marcará cuando media noche sea y esto extraño se vuelva.

Tal ves no seamos como la gran historia de Romeo y Julieta.
La rueda de la fortuna en la feria nos espera, con atracciones que nadie se imagina.

Visiones de tu voz parpadean iguales a los flash de tu movil para intentar capturar este espacio.

Tomé tu mano, caminamos sobre la arena del mar con trozos pequeños de cristal.
Porqué?
Pues nunca te dejaría, si nuestro hilo del destino se destruiría, con una sola pizca de ternura lo sanaría.

Acercate y abrazame fuerte como aquel fin de año donde luces artificiales nos acompañaban en la cita. Aunque esta vez las estrellas se disfracen de cometas para apresurar el tiempo.

Toda la noche te miraría hasta que la última de las estrellas se funda.
Porque se que una vez que esté contigo no voy a querer correr, ni escapar, pues tu nombre me estremece hasta con los ojos cerrados.

Si nuestra juventud solo fuera por hoy, no me importaría, pues el recuerdo es el mejor, porque tu rostro sería lo último que vería.
Seríamos la película más romántica de todo el mundo, pues de ahí el sol, la luna, el mar y las estrellas fueran nuestro escenario para bailar y cantar.

Aunque todas esas lineas que con nuestros pies trazabamos  sobre la arena, ni las propias aguas del mar las borraría porque están forjadas con el más del mejor amor, de ese que el mundo necesita, que le hace falta ante todas las cosas. Ya que la felicidad nunca se había disfrazado entre líneas delgadas, mas delgadas que el mismo cabello con el que el rocío vistió de ternura y compasión para estos dos grandes amores que nacieron de una ventana.