Capítulo 4

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  Las gotas de lluvia empapaban los muros y golpeaban con fuerza las ventanas, casi creyendo que estas las romperían. El sonido de la lluvia le parecía relajante pero los truenos le asustaban, tal y como a un niño pequeño. El frío producido por la lluvia golpeó su cuerpo. Abrió un poco lo ojos. Tiró del edredón que lo cubría para esconderse entre las sabanas, pero aun así sentía el frío.

  Creo que fue mala idea dormir en calzoncillos pensó cuando un escalofrío lo hizo arquear la espalda. Volvió a cubrirse y murmuró.

—Maldito clima.

  Tal vez se debía a la ventana entreabierta, pero se negó a levantarse y cerrarla. Poco a poco fue cerrando los ojos para volver a dormir.

  Estaba soñando, estaba sobre el césped, con ayuda de sus manos se puso de pie. El césped era corto y era notorio que no había sido regado en mucho tiempo. De un momento a otro comenzó a nevar, no sabía porque pero tenía una sensación extraña.

—¡Niños! —escuchó una voz a lo lejos

  Se acercó y distinguió a dos pequeños. Un niño y una niña.

—¿Qué sucede? —habló el niño mientras se acercaban ambos a su madre.

  El pequeño se dirigió a lo que era la ventana de un sótano, y se sorprendió al ver por esta. Al principio creyó que lo habían visto a él. Por lo cual se alarmó pero no paso nada.

—¡Pero qué carajos! —mascullo él pequeño al ver la nieve.

—¿Cómo puede ser que este nevando, mami? —preguntó la niña.

  Y en una parte era imposible, el clima estaba destrozado gracias a las Llamaradas Solares. Se distrajo un momento, viendo la nieve. La tocó, era capaz de sentir aquel frío. No se percató de aquel trágico momento. En la casa donde estaban los pequeños habían entrado unas personas. Sentía que ya los había visto una vez pero eran distintas. Se adentro un poco a lo que era la casa.

  Dio un brinco al escuchar un disparo, y otros más después de este. Cuando por fin entendió lo que pasaba, observó dos cuerpos en el suelo, y dos niños ahora huérfanos.

  Ellos se los llevaron.
  A ambos.

  Despertó después de aquello. Le tomo tiempo asimilar las cosas, se removió en la cama y quitó el edredón que lo cubría. Tomó su ropa y coloco esta en su lugar. Cuando estaba más o menos presentable, abrió la puerta y se dirigió al cuarto de baño. Tomó entre sus manos un poco de agua y humedeció su rostro y cabello.

  Se observó al espejo. No tenía ni la más remota idea de como era. Jamás se había imaginado de tal forma. Su cabello era más largo de lo que recordaba y tenía una cicatriz del lado izquierdo muy cerca de la nariz. Iba a seguir observándose pero escucho un ruido.

  Por instinto camino hacía donde provino este, vio a Starlight junto a Samuel. El aspecto del segundo era extraño pero lo fue más cuando observó el dedo de ella empujar la parte de atrás de la jeringa. Inyectando aquel líquido azul ahora tan familiar para él. No habló, ni siquiera se movió. Antes de que ella guardara todo, fue cuando entró a la cocina.

—Buenos días. —saludó.

—Buenos días. —contestaron los dos. Mientras ella terminaba de acomodar todo en su lugar.

  Samuel, se levantó del asiento y se dirigió a la puerta principal.

—Iré a comprar algunas cosas. Regresaré pronto. —informó para después salir por la puerta cerrando esta tras de si.

  Newt estaba confundido. Él creía que todos eran inmunes excepto él, pero ¿Samuel?

—¿Te sirvo el desayuno? —preguntó ella distrayéndolo de sus pensamientos.

Come Back With Me Newt | | NEWTMAS | |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora