Capítulo 5

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—¿estás bien?— dice. Me hace sentir que está preocupado pero son ilusiones mías seguro.
—¿¡PERO DONDE ESTABAS?! ¡PARECE MENTIRA QUE SEAS MI GUARDAESPALDAS! ¡Ni siquiera sabías dónde estaba!— grito
—baja el tono, he estado vigilándote todo el tiempo y te he salvado la vida— dice
—¿¡que me has estado vigilando todo el tiempo!? ¡Has tardado diez minutos en venir! ¡¿Donde esta...—
—¡¿nick?! ¿Entras?— se me cae el alma a los pies cuando veo que Maddie se asoma por la puerta que da al patio. Nick se lame los labios y la revisa de arriba a abajo.
—ahora voy nena, dos minutos— dice guiñándole el ojo. Maddie me mira, se burla y se va, <<pedazo de capulla..>>

—no me lo puedo creer— digo haciendo muecas con la mandíbula.
—relájate, vuelve a dentro— dice él. No pienso hacer lo que él me diga.
Me llevé la mano a la frente, me dolía mucho pero no debe de ser gran cosa. Nick me mira atentamente y me acerca a él.
—te ha echo daño
—no lo recuerdo— digo, no miento, no recuerdo que me haya pegado. Seguramente a sido al caerme del coche, antes no se notaba y ahora sí, pero paso de contártelo nick porque me matarías si fuese así.

—pues lo ha debido de hacer, ven, vamos a buscar un botiquín— dice con un tono suave y dulce. Es bastante agradable.
Me llevó al cuarto de baño, me sentó en el vater y sacó un botiquín.
—au, duele— digo. Estoy bastante incomoda, no puedo evitar recordar la imagen de mike encima mía y enseguida empiezo a temblar.
—tranquila, ya estás bien vale, no pasa nada, olvídate de todo— ¿me ha leído la mente? ¿Cómo lo ha echo?
—auu—
—perdón, perdón ¿te duele mucho?— dice con una voz dulce
—un poco
—aguanta un poco—dice, me pone una tirita con mucho cuidado. Intento pensar que no ha sonreído pero creo que si. ¿Le hago gracia? Eso me cabrea.
—estás perfecta, venga, vamos— me levanta del retrete y abre la puerta. entramos al salón y sigo andando hasta la puerta.
—oye, tengo las llaves del coche, ¿me dejas con...— miro para atrás y veo que nick no está. Miro a mi alrededor y tampoco lo veo. Genial...

Mis ojos no pueden creer lo que veo cuando vuelvo a entrar al salón, nick se está liando con Maddie. ¿¡Enserio?! ¡¿Dónde está el chico preocupado de antes?!.

Se va a cagar, esta vez, se ira andando hasta llegar a donde quiera, a no ser que se quede a dormir con esa zorra.

Menos mal que yo tengo las llaves, se las conseguí quitar de la mano antes de entrar en la casa, estaba demasiado ocupado babeando por Maddie para darse cuenta.

Abro la puerta y me subo, salto de ese maldito lugar y voy flechada a mi casa, echaba de menos conducir, han pasado muy pocos días pero he sufrido mucho sin haber podido conducir.

Nick se va a Joder y mucho, hubiese pagado por ver su cara cuando vea que el coche ni yo está en esa maldita fiesta.

Una vez ya en mi casa cierro los ojos y me quedo dormida. Me dolía demasiado la cabeza para seguir despierta, quería contarle todo lo que ha pasado a talía pero no tenía fuerzas.
Mierda, ahora que lo pienso ni le he pedido el número de teléfono a ese Tyler que era guapísimo joder.

—¡¡¡PIIIIII!!!
—¡cállate!— protesto metiéndome bajo la almohada.
—¡¡¡PIII!!!— lo ignoré por completo aunque por dentro me estaba cagando en todo. Nick se acercó a mi
—¡¡¡¡¡¡¡¡PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!— me caí de la cama del susto, me di con el pico de la mesa en la herida de ayer y caí redondo al suelo.
—¡¡¡¡QUE SEAS MI GUARDAESPALDAS NO QUIERE DECIR QUE ME DESPIERTES CUANDO TE DE LA GANA!!!!!!— chillo.

Mis padres entran.
—¿¡pero qué está pasando aquí?! ¡¿Emma?! ¿Cariño donde estás?—dice mi madre alertada.
Pongo los ojos en blanco y levanto una mano que sobresale de la cama. Estoy en el suelo y me duele mucho más la herida de ayer. —aquí...—
—¿alguien me explica a qué viene todo este ruido y porqué estás ahí abajo?— pregunta mi padre.
—mi querido guardaespaldas se dedica a despertarme por las mañanas con una sirena como si fuese mi niñero, me he asustado, casi me da un ataque al corazón, he caído al suelo y mirad, mirad lo que me he echo— sigo haciéndome la víctima por si ahora de paso cuela que lo echen de una vez.

Mi estúpido guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora