—¿y ahora a ti qué te pasa?— pregunta bici con una sonrisa satisfactoria en su cara
—pobre chica, mira como te mira y mira como tú la miras— respondo
—si no la miro
—esa es la cosa. Te la acabas de tirar y ya pasas de ella
—eh, mi vida personal no te tiene que importar una puta mierda, además que más da esa tia no me importa ni ninguna
—Nick, oficialmente, me das asco
—¿que? Si quieres que te folle, solo dímelo
Pongo los ojos como platos y me ruborizo al instante
—¿que? ¿A qué viene eso?
—estas celosa y deseas haber sido esa tia hace tan solo diez minutos
—¡¡nunca en la vida querré hacer eso. Contigo nick no me seas guarro!!
—uyy, no te me enfades, de todos modos, yo tampoco— responde bordemente —. Yo no me follo a vírgenes ¿sabes?
Abro la boca indignada
—¿¡y que te ha hecho pensar que yo sea virgen?!
—por dios princesita, solo hay que ver tu rostro para saber que eres virgen
Ahora mismo estoy hechando humos literalmente por mis orejas ¡se acabó!
—no pienso perder el tiempo más contigo— digo y me siento en otro asiento del avión lejos de él durante todo el trayecto
Finalmente, llegamos a la acogedora casita que está en medio de toda la ciudad, "que discreto"
La casa es algo chica y demasiado chica para estar distanciado de nick. El imbecil de nick, si ese.
Me elegí la habitación más grande y me encerré ahí durante unos pocos días para ser sinceros. Cada vez que nick me decía algo malo como
—estás muy fea hoy, por favor, sal de mi vista— acababa gritando mi nombre dos segundos después y pillines, me refiero a que por ejemplo. Cuando se duchaba
—¡¡¡EMMA!!!— grita. Entra en mi cuarto enrollado a una sola toalla dejándome ver su precioso abdomen
—¿Que?— pregunto. Su pelo está lleno de jabón y chorros de agua se desplazan por todo su cuerpo
—¡¡has puesto el agua congelada!!!
—¿así? Ups...— digo haciéndome la tonta
En esos días era los días que pensé que moriría ante el cabreo de nick que me echaba encima pero me divertía provocarle de vez en cuando. Aún que luego terminaba diciéndome cosas hirientes así que después simplemente me echaba a llorar y me quedaba observando lo que hay detrás de mi pequeña ventana de cristal
Los días pasaban y cada vez me sentía más sola con un imbecil que no sabía ni freír bien unía huevos
—toma, unas tortitas— dice nick orgulloso. Me pasa un plato de tortitas perfectamente redondas solo que bastante quemadas
Le devolvía el plato y hacia yo las mías. Siempre acababa cabreado pero cuando les daba las mías se le pasaba.
Me encantaba cuando intentaba cocinarme unas tortitas siempre había algo que las acababa estropeando pero a mí el que lo intente hace que me derrita por dentro.
Una noche, volví a recibir otra llamada inusual
—¿si?...
—¡¡se me está acabando la paciencia y el tiempo joder!! ¡¡Me quiere dar eso!!
—¿que...que le doy?
—usted la tiene clara— dice de repente entra nick sin permiso por mi habitación al oír la voz se tensa—. Tiene muy poco tiempo, no me deja más elección que ir a buscarla y mata...
Nick coge el móvil de golpe lo estrella contra el suelo, lo pisa hasta que se cansa y luego sale de la casa y lo tira bien lejos que parecía que iba a china
—¡¡mi móvil joder!!— le grito
—¡¡¡quítate toda la ropa ya!!— me grita devuelta
—¿¡que?! ¡¡Estarás de cola verdad!!— nick niega con la cabeza y me lleva hasta el cuarto de baño. Me encierro confía y me quito la ropa
—¿has terminado ya?— pregunta desesperado
—si...— digo tímida. Abro un poco la puerta y le paso la ropa
—aquí falta algo Emma
—¡¡no pienso entregarte mi ropa interior!!
—tienes que hacerlo, y ya joder
Se me encienden las mejillas, respiro hondo y le entrego con toda la verguenza del mundo mis braguitas
Escucho una pequeña risa que hace que me mate por dentro, por dios que vergüenza
—emma...— dice. A continuación resoplo y le entrego mi sujetador
—nada del otro mundo, he visto sujetadores y bragas mejores hazme caso
—¡¡UGG eres un asco nick!!
—por cierto, acabo de quemar toda tu ropa y esta también, así que vas a tener que quedarte así hasta que tu padre me traiga ropa— dice a carcajadas
—¿¡¿¡QUE HAS ECHO QUE?!?! ¡¡¡Dios!!! ¡¡¡¡No puedo estar así durante a saber cuántos días!!!!!— digo desesperada, histérica y apunto de cortarle el cuello a nick
—si, princesita, estar en pelotas, es la cosa más maravillosa y satisfactoria del mundo y más si te dejan hacerlo— dice
—¡¡tú eres un puto guarro!! — le grito
—toma anda, ponte esto, es mi camiseta usada y unos pantalones muy cortitos para ti— dice al principio pensé que me pasaría unos calzoncillos pero luego me di cuenta que tenía razón, eran unos pantalones muy cortitos de color negro cosa que me alivio bastante y la camiseta, puede estar sucia y todo lo que él quiera pero olía genial y al menos me ayudaría a dormir
—¡¡me puedes explicar que coño está pasando por qué has quedado toda mi ropa y porqué me has tirado el móvil!!!
—pensé que te habías dejado el móvil en aquel restaurante, ese Movil tiene un localizador tú misma lo sabías, ¿recuerdas cuando te escapaste? Ahí bien que lo sabias eh y tú ropa puede tener otro minúsculo localizado no se sabe asique te tienes que aguantar
—te odio muchísimo joder— le espeto e indignada me voy a mi cuarto, al entrar escucho una risita divertida y a nick diciendo
—yo más

ESTÁS LEYENDO
Mi estúpido guardaespaldas
Любовные романыA Emma le contrataron un guardaespaldas. El es más mayor que ella, se cree que es el más guapo y se piensa que es superior a cualquiera, eso mismo es lo que más le molesta de él. los dos se odian. Surge un inconveniente y desde ahí, los padres de E...