Sus labios acarician los míos mientras paso la lengua por su labio inferior antes de cerrar la boca contra la mía y volver a abrirla.
El beso es suave y lento y hace girar la lengua alrededor de la mía.¿Pero que estoy haciendo por dios? ¡Sus padres me matan! No puedo estar haciendo esto, soy simplemente un idiota. No puedo dejar sentir nada por ella, ni ella por mi. Tengo que protegerla y si hago que sienta algo por mi sus padres me despedirán y no podré ayudarla.
El pánico abunda en mi cuerpo, me separo de ella cabreado por dentro pero decidido por fuera.
Los ojos de Emma están llenos de lágrimas, me mira con confusión al principio pero luego
—¡¡ERES UN PUTO IMBECIL DEJA DE HACERME ESTO!!— grita llorando
No soy capaz de.decir nada, siento mucho dolor quiero estar con ella, quiero dejar de ser borde con ella.pero tengo que mantener mi compostura para no perderla. Soy un imbécil.por haberme.dejado llevar y haberla besado, no me arrepiento de haberlo hecho de.todos modos aunque no debería de ser así.
—¡¡DIOS VETE!!— grita tirándome.un cojín en el rostro. Me quedo algo pasmado ante su reacción pero la entiendo.
—¡Tienes que entenderlo Emma!
—¡HE DICHO QUE TE VAYAS JODER!— vuelve a gritar
Bajo la mirada sin saber que hacer pero no tengo otra elección. Cierro la puerta de su habitación y abro la mía. Me tumbo en la cama por no romper la pared a puñetazos.
De repente se abre mi puerta y ahí está Emma. Me incorporo rápidamente
—¿Tú me quieres?— pregunta dejándome en shock. Me encantaría decirle que si, decirle que huyamos y que hagamos una vida pero no puedo hacer eso, se me caería el pelo, Emma sufriría porque me buscarían para matarme, luego le matarían a ella porque por fin la han encontrado.
Me quedo en silencio pensando en cómo decirle que si pero que se olvide de mi.
Más lágrimas caen por el rostro de Emma. Cierra la puerta de un portazo y creo que se encierra en su cuarto porque escucho una puerta cerrarse.
Me tumbo en la cama y me maldigo de nuevo
Emma
¡Estoy harta! Lo único que hace la gente es hacerme sufrir, ¿Para qué? Para nada. A nadie le importo, mi mejor amiga hace meses que ni me habla, el tío con el que salí hace tiempo y conseguí enamorarme de él me rompió el corazón, mis padres me mandaron lejos de ellos con un guardaespaldas que por.poco deja que me maten. ¡ESTO ES UN DESASTRE!
no puedo más, simplemente no puedo más. Tuve esperanzas pensando en que nick al segundo beso me admitiría que al menos siente algo por.mi pero estaba equivocada. No puedo vivir asi, por eso mismo cerré la puerta de la entrada y salí de esa maldita casa.
Fui lista y me puse una gorra para que fuese más.dificil que me identificara tanto él como la gente que me persigue sin saber por qué. Lo único que tengo de mis padres y lo único que me da seguridad es mi collar, no me ha traicionado y es mi amuleto preferido gracias a que mi padre me lo regaló con amor.
Caminé y caminé sin dirección solo quería alejarme lo más.posible, andé y andé frustrada por todo
No sabía ni en donde estaba, lo único que quería era no volver a ver ninguna cara conocida e irme a un sitio muy lejano y hacer una nueva vida allí, conocer a gente nueva y disfrutar de la vida por una vez, trabajar y ganar mi propio dinero y que nadie me insulte o me diga que todo es gracias a mis padres ni que me digan que yo soy la mierda.
Me senté en una heladería, tenía hambre y estaba muy cansada de andar tanto. Compre un helado y me senté en una mesa sola.
No había mucha gente, no tenía reloj, no tenía a penas nada, nick se encargó de quitarme todo asique perdí la noción del tiempo y ni siquiera sé qué hora es solo que es de día.
Observo a alguna pareja, están felices y comparten un helado, lo que nunca conseguiré si sigo así. Gente ya mayor disfrutando de las vistas de la calle mientras toman el helado tranquilamente, todos están genial, genial menos yo que estoy hecha mierda
—¡Emma!— grita un voz familiar.
Tenía muchas ganas de que esa persona me recuperase, me pudiese pedir perdon y se me declarase pero me equivoqué con la persona—¡Emma te he estado buscando por todos los sitios!
—vete de mi vista
—¡Emma solo te quiero pedir perdón, se que lo que hice estuvo muy mal pero tiene una explicación!
—¡¡Qué me dejes en paz!!
—emma, escúchame un segundo
—¡No!
—¡Emma yo te quiero!— exclama.
Entonces ahí, ahí es cuando paro de comer, la cuchara se me cae a la mesa y me llevo la mano a la frente.
¿He escuchado bien? No tengo ni idea
¿Le creo? Me ha roto el corazón joder, me dejó hecha mierda y aquí está, diciéndome que me quiere.

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Mi estúpido guardaespaldas
RomanceA Emma le contrataron un guardaespaldas. El es más mayor que ella, se cree que es el más guapo y se piensa que es superior a cualquiera, eso mismo es lo que más le molesta de él. los dos se odian. Surge un inconveniente y desde ahí, los padres de E...