Mi estúpido guardaespaldas

Capitulo 32

—todo el mundo te quiere hija— dice al fin mi padre.

Lo miro frunciendo el ceño y cruzando mis brazos en el costado esperando a que siga hablando pero no  lo hace

—¿en que sentido?— digo con tono sarcástico. Mi padre muestra una media sonrisa en la cara que solamente dura un segundo —. ¡¡Puede decirme alguien algo que no sepa!!

—no entiendes nada— dice mi padre mirando fijamente la mesa. Siento que empieza a cabrearse sin ningún motivo pero yo más todavía

—¡¡COMO VOY A ENTENDER UNA PUTA MIERDA SI NADIE ME CUENTA NADA!!— chillo

—hija, soy un narcotraficante, se que he tardado mucho en decírtelo pero es que no quería que...

—¡¡ya lo se!!— grito. Mi padre me mira confuso por lo que acabo de decir. Pongo los ojos en blanco—. Me lo ha dicho Nick

—vaya, veo que no aguantaba más...— murmura. Frunzo el ceño de nuevo desorientada por lo que acaba de decir

—¿que quieres decir? ¡¡PAPA QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ!!— grito

—vale, está bien pero necesito que te calmes por favor, esto no va a sentarte nada bien...— dice mi padre haciendo unos gestos con las manos en indicación de que me siente de nuevo

Gruño pero aún así le hago caso solo para que me lo cuente todo

—soy uno de los peores narcotraficantes de Estados Unidos, todo mi trabajo es perfecto y muy bien planeado, me... me hago pasar por el gran jefe de una empresa importante por eso soy reconocido pero nadie sabe en lo que verdaderamente trabajo. He ganado tanto pero tanto dinero en estos últimos años que el año pasado reconsideré el dejarlo— se para un momento para respirar

—¿¡y porque no lo dejaste?!— grito cabreada

Me mira desafiante pero se dispone a seguir hablando

—alguien nos traicionó el año pasado, le contó a la CIA algo y enseguida supieron cómo funcionaba nuestro sistema, de hecho, entraron y lo bloquearon todo, empezaron a encontrar a muchos que trabajaban para mi, supe la manera de guardar todo el dinero, enseguida me dispuse a buscar una manera de que no fuese descubierto. Trabajé y trabaje pensando en un plan para evitar que la CIA siguieran buscando a mis hombres,   A principios de año pensando, me di cuenta que en verdad, no querían a mis hombres, solo los usaban para que les digan donde estoy y a saber que más pero por el simple hecho de liquidar a todos para que me encontraran.

—bueno...tú eres importante para ellos pero los que trabajan para ti también lo son para la CIA ¿no? Al fin y al cabo, son narcotraficantes también— digo sin Comprender muy bien hasta dónde van

—si, pero es que la CIA quiere una única cosa, la cosa más difícil del mundo de conseguir, ¿y crees que esa cosa la tendrían los hombres que trabajan para mi? — niego con la cabeza

—eso lo tenía yo— dice

—¿como que lo tenias tu?— pregunto confusa —. ¿Acaso no lo tienes ahora? ¿Que es lo que tienes?

Miles de preguntas comenzaron a formarse en mi cabeza pero todas se esfumaron debido a otra traicion

La puerta que parecía ser una pared se abre lentamente hasta que se asoma una cabeza demasiado conocida

Mi boca se abre llegando hasta el suelo, mi corazón se rompe en mil pedazos

—¿¡TAlia?!— digo. ¿Ella también trabaja para mi padre? ¿¡Pero que está pasando aquí?! No me lo puedo creer absolutamente con todas las personas que me he hablado me están traicionando. ¿¡Como no ha podido contármelo?!

La cara de talía es inminente cuando me ve. Sus ojos son como platos y mira a mi padre sin saber muy bien lo que hacer

—se...señor, tenemos un problema...— dice talía con la voz ronca.

—¿¡SEÑOR?! ¡Pero.. pero QUE COÑO HACES!— grito acercándome a ella con una silla apunto de estampársela contra la pared

Los guardaespaldas que parecían sólidos en una pared se mueven y comienzan a actuar sacándome de la sala y llevándome hasta fuera del edifico. Hago varios intentos esforzándome al máximo porque me suelten pero no hace resultado y menos cuando mi padre regresa

Los dos guardaespaldas le miran fijamente y se ponen rígidos, uno me había soltado asique aprovecho mientras les da un recado mi padre a quitar la pequeña pistola que tiene este guardaespaldas medio suelta por su traje y escondérmela

Cuando se que por fin estoy protegida mediante un arma comienzo a pensar en todo lo que está pasando y por primera vez, me arrepiento de haberme alejado de nick, tenía razón, nunca debí de desconfiar en el, él es el único que no me ha traicionado, siempre ha intentado protegerme, todos los demás solo hacen que acabe descubriendo verdades que nuca habrían querido contarme.

—talía....¡talía era mi mejor amiga papa! ¡Tiene mi edad no puedes estar haciéndole esto! ¡Igual que Tyler!— le grité

—¡olvídate de Tyler! ¡Le pagué para que te encontrase y estuviera un buen tiempo contigo!— suelta de golpe haciendo que sienta varias ostias en mi cara

No me lo puedo creer, pensé que al menos le gustaba, pensé que lo hizo por cariño lo de buscarme y quedarse conmigo, todo era una trampa, y yo fui gilipollas en creermelo

Me arrodillo en el suelo con las lagrimas en los ojos y sintiendo dolor cuando me viene a la memoria que Nick lo mismo está muerto, verlo en esa sala atado y encima con una bala dentro de su costado hace que me mate a mí misma por dentro.

—Dios...Nick...— susurro mientras me derrumbo en el suelo. Entonces me levanto de nuevo y miro a mi padre a los ojos

—¿porque me dejaste con Nick? ¿Lo hiciste a propósito no? ¿Me dejaste con un novato de guardaespaldas sabiendo que lo odiaba para que simplemente cuando me buscasen que por cierto, aún no sé porque, Nick acabara fallando en cualquier estupido movimiento haciendo que me apunten con una pistola y muera? ¿De verdad me odias tanto para ponerme con un guardaespaldas más imbecil que el suelo?— pregunto rota por dentro. Esta pregunta me llevaba comiendo el coco muchísimo tiempo y por fin que lo tengo delante listo para que me diga la verdad lo primero que quiero es que me responda a la pregunta que más intriga me ha dejado durante estos meses que he estado junto a Nick

Mi padre me dirige una de sus miradas confusas cuando frunzo el ceño y me mira con los ojos como platos perplejo ante mi pregunta, la cual me deja algo pasmada
—tu....— baja la mirada al suelo y lo siguiente que hace es que se echa el poco pelo que le queda para atrás en acto de estar nervioso

Ahora soy yo la que le mira con cara de confusión y con cara de estar más perdida que nunca

—tu no lo sabías...— susurra entre dientes con voz ronca y llena de tristeza

¿¡Que está pasando aquí?! ¡¿Que es lo que me oculta?! ¿¡Que es lo que no se?!