Mi estúpido guardaespaldas

Capitulo 22

La ropa fue fácil de conseguir, nada más salir del baño en mi cama Nick me dejó ropa bien doblada. Lo observé durante un rato.

Menudo pervertido ¿para qué me habrá comprado un sujetador de encaje de color rojo? ¿¡Acaso sabe el peligro de esto?!

La ropa no estaba Mal elegida de eso no podía quejarme pero aún así, seguí ignorándole. Este tiene pinta de durar bastante. No sé porque no me lleva a mi a comprar mis cosas, veras la gracia que le hará cuando le diga que tiene que comprarme compresas, seguro que me mandara a tomar viento. Unos meses viviendo con él y parece mentira que ya lo conozca como si le hubiese parido.

Pasaron un par de días más ignorando a Nick. No sé a qué se dedicaba todos los días pero el caso es que andaba de un lado para otro siempre

Un día como todos los demás me levanté y me dirijí a La Cocina.

—te he hecho tortitas por si quieres...— dice Nick pegándome un susto de la ostia. No lo había visto

Confusa miro el plato y mis ojos no se creen lo que ven ¿¡que coño?! ¡Pero si están perfectas! No están quemadas ni nada de eso, odio tener que decirlo pero... tienen mejor pinta que mis tortitas

—no quiero tortitas— respondo aunque me duele en el corazón lo que he dicho sobretodo cuando Nick intenta disimular su cara de tristeza

—no hay mucha comida, tengo que salir fuera a comprar— dice bajando la vista al suelo aún apenado saliendo por La Cocina

Al minuto se escucha una puerta cerrarse
¿¡Está de coña?! ¿¡Me está dejando sola en una casa que ni siquiera sé dónde está habituada?!
Aunque para ser sincera, esa no era mi preocupacion de momento...

<<no mires las tortitas...no mires las tortitas...>>

<<no las mires>>

<<míralas, te las ha hecho para ti>>

<<lo mismo son compradas o llevan veneno, quién sabe, no las mires>>

<<tienen muy buena pinta por primera vez en meses >>

<<no las mires>>

<<a la mierda>>

Me acerco al plato y pruebo un bocado, pero solo uno

Joder...que bueno está... solo un bocado más...solo otro más...

¡Hay Dios mío que me la he comido entera! ¡Seré idiota! ¡No debí de darle ese gusto a Nick!

La puerta se abre haciendo que entre en pánico. Me dirijo corriendo a mi habitación y al hacerlo, hago un movimiento brusco con el brazo.

—¡AAHH!— grito, me tapo la boca enseguida maldiciendo por haberlo hecho.

—¿¡estás
bien que te pasa?!— dice Nick preocupado. Sabia que venía, soy idiota
Al ver mi brazo se va de inmediato. Como no... pongo los ojos en blanco mientras pienso en lo idiota que es Nick y en la forma de parar el sangrado de la herida sola porque claro, el mismo se ha ido.

De repente vuelve con un maletín.

—¿me dejas ....me dejas pasar para curarte?— respiro hondo.

No de ninguna manera quiero pero la herida me duele y creo que no sería buena idea dejar que siga sangrando

Asiento con la cabeza. El enseguida entra y se sienta en mi cama.