Capítulo 13

308 20 0
                                    


Sigo haciéndome la dormida. Sus acaricias me dan mucha seguridad y me relajan mucho.
Se me pone la piel de gallina cuando se acerca más a mi para ver mi cara mejor. Me sigue haciendo esas tiernas acaricias que a cualquiera les encantaría.
—hasta cuando duermes tú cuerpo se despierta cuando me toca— dice entre risas.
¿Que? ¡Eso es mentira!...¿desde cuando lo sabe?
De repente siento como me da un beso en la frente y se aleja. ¿A donde va? No, quiero que se quede conmigo, quiero que me siga haciendo esas acaricias y que me abrace como el otro día.
Ese fue una de las mejores noches que tuve. Nunca había dormido con tanta seguridad y  fue ese día que por fin conseguí dormirme sin haberme despertado a mitad de la noche.

Fui demasiado cobarde para decirle que viniese. Me lo imaginaba poniendo escusas y no tenía ganas de pelear para que se quedase conmigo. No entiendo sus cambios. Primero me suelta sarcasmos y cosas feas y luego se comporta como otra persona, una mucho más tierna y que por un momento pienso que se preocupa por algo pero siempre acaba cambiando. Llevo mucho tiempo ya con este pesado y siempre hace lo mismo.

Al siguiente día mi madre y yo regresamos de haber comprado por fin nuestros vestidos. Venía muy maquillada porque a mi madre le gustaba que fuese así. Yo solo maldecía en mi mente por no haberle dicho que no quería tanto maquillaje pero pensándolo bien. Podría haber recibido una regañona que no tendría ganas de escuchar.

Llegué al salón y dejé mi bolso en la mesa. Nick baja y al verme gruñe.
—ugg, ¿por qué cada vez estás más fea y más horrorosa? Cuanto más tiempo más insoportable se le hacen a mis ojos el poder verte
—no quiero darte el placer de que me veas guapa
—yo nunca he dicho que lo fueses a ser
—pero yo si
—enana, siempre serás más fea que mi suela de zapato, asúmelo— dice rodando los ojos mientras se dirige a La Cocina. Me da asco, ¿por qué? ¿Tampoco soy tan fea no? Me cruzo de brazos de mal humor y me tumbo en el sofá. Este chaval ya me ha estropeado el día.

Al cenar, todo era bastante raro, mis padres estaban muy callados, solo comían, no me dirigían la palabra. Esto sí que es raro... Estos dos meocultan algo seguro pero pienso descubrirlo

Terminó de cenar y llevo mi plato a la cocina. 

¿Por qué mis padres me ocultan las cosas? No entiendo por qué últimamente solo se comporta de esa manera. Me siento tan sola, a Talía le han quitado el móvil, está castigada por haber intentado escaparse otra vez para ir a una fiesta, mi guardaespaldas es un capullo, mis padres no me hablas y mi criada ni viene ya casi ¿Por qué?

—enana, como sigas frotando el plato así acabarás ronpiendolo— dice detrás mía. Mi corazón va a mil de repente al sentirlo tan cerca pero sigo frotando el plato. —me apuesto a que te imaginas la cara de alguien en ese plato y por eso lo frotas tanto— dice riendo.hago muecas con la boca y paro de fregar. Me giro para verlo

—si, tienes toda la razón,me imagino tú puta cara en ese plato y me imagino matandote de mil formas que solo me dan placer—  digo mostrando una sonrisa burlona enlace cara.

—ya quisieras tu tener placer— susurra en mi oído de la forma más sensual. Mi piel se pone de gallina y me aparto enseguida.

—¿Cómo has podido caer tan bajo con Maddie?

—me folla bien— dice pegando su frente con la mía y pasando su lengua lentamente por uno de sus carrillos mientras me.mira a mi boca. Mi corazón va a un millón por segundo pero estoy furiosa por ese vocabulario suyo y sobretodo por haberme admitido que está con ella solo para acerlo.

—maddie me cae fatal pero no deberías de estar con ella solo por eso— digo

—¿Celosa princesita?— dice juntando su nariz con la mía. Estoy más cerca de sus labios que nunca me pongo muy nerviosa pero evito temblar delante de él.

—sigue soñando — le espeto.

—sigue soñando tú, yo nunca estaría con alguien como tú enana

—eres un imbécil de mierda, ya te gustaría a ti estar con una como yo, te odio y solo me das asco, ojalá te fueses de mi vida, — le suelto. Junta su frente con la mía, baja la vista al suelo y se le escapa una sonrisa.

—estoy un 99% seguro de que me odias pero estoy un 100% seguro de que me importa una mierda chavala

—¡Eres un imbécil! ¡Un egocéntrico! ¡¡Y déjame decirte que todos como tú sois completamente injustos, asquerosos y los más imbéciles del mundo!! ¡¡No tienes mente, no sabes usarla, al igual que a todos como tu, solo os preocupadi por vuestro aspecto de mierda y follaros a todo tipo de chicas solo como un juego!! ¡¿Tú ves eso normal?! ¡Solo dais asco!— grito, entre el comportamiento de mis padres, entre que mi criada no está, entre que estoy agobiada con el tema y entre que nick está sumamente cerca mis, puedo notar su respiración agitada y me agobia más estoy que muerdo.

—que sepas que todas las chicas como tú son raras y déjame decirte que sois las más falsas y las más feas que existen en el planeta, nunca he visto un monstruo igual, sois idénticos a ellos tanto de físico como de carácter. No te emociones si algún día creas que un hombre va a venir y va a querer estar contigo porque eso en la vida pasara, ni te querrá follar de lo tonta que eres y sobretodo, que sepas que nunca encontrarás a tu príncipe azul porque en tu mundo nunca existirán pero espera...
¡Ah qué se me olvidaba! ¡Que sólo existe una chica así  de tonta y esa es la que está al lado mía! Mírate, deberías darte pena.— dice. Abro la boca indignada y mis ojos están llenos de lágrimas. Se va dejándome sola en la cocina.

Decido no romper el frigorífico, ni echarlo por la ventana, ni tirarmelo encima, solo tiro el paño que tenía en la mano por toda la cocina bruscamente y me encierro en la habitación apunto de llorar lo que no está escrito.

Después de una hora tirada en mi cama y muerta de miedo mi móvil vibra por todos lados. ¿Quien me llama? ¿Por qué me llama? Talía es imposible, no tiene móvil, mi familia no me llama por móvil y no tengo más amigos que me llamarían y menos a estas horas.

¿Lo debería coger? ¿Respondo? ¿Que pasaría? ¿Quien es?

Mi estúpido guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora