Amor Ciego

23. "Estoy lista"

Dante

Salí del mercado y cuando deje las bolsas en el baúl mi celular empezó a sonar, mire el identificador y apareció el nombre de Romeo

-Socio ¿cómo estas? - Dije con entusiasmo atendiendo el telefono, desde que se habían ido con Lula no había tenido noticias de el.

-Hermano! Bien estamos disfrutando mucho de Londres - Dijo alegremente y una sonrisa se formó en mi rostro apoyandome sobre la camioneta

- Me alegro ¿ya saben cuando vuelven? -Pregunte

-¿Ya me extrañas? - Dijo el y ambos reimos- todavía no sabemos pero te voy a avisar

-¿A qué se debe esta llamada?

-A nada sólo estaba extrañando ¿Cómo va todo por allá? -Hice una mueca a pesar de que el no podía verme

-Mas o menos, me fui de casa para penar - Dije mientras me subía a la camioneta

-¿Qué paso? - note su preocupación en la voz

- Nada importante, pero necesitaba mi espacio - Me puse el cinturón de seguridad

-Entiendo, bueno si necesitas hablar me podes llamar a cualquier hora ¿lo sabes no? - pregunto él y yo sonreí a medias

-Lo se, te dejo porque tengo que manejar - Dije y después de despedirnos colgamos.

En el camino pensé en todo lo que estaba pasando con Santiago, en lo que me dijo mi tío de que tenía que hablar con él, ¿y si Simona tenía razón y había algo que no me estaba contando? ¿Pero por que? Seguí haciéndome preguntas sin respuestas hasta que llegue a la casa, cuando estacione note a Simona con los brazos cruzados en la puerta de la casa

-Al fin viejo, mil años para comprar - Dijo acercándose apenas me baje y fue derecho al baúl a buscar las bolsas con comida.

Me quedé mirandola mientras que ella revisaba lo que había comprado.

- No trajiste chocolates - Dijo levantando la mirada

-Eh... No, me olvidé si querés vuelvo -Señale la camioneta y ella negó acercándose a mi para besarme

-Puedo vivir sin chocolate por unas horas -Agarró mi mano y juntos entramos a la casa

Guardamos toda la comida y después ella se puso a cocinar unos fideos con tuco, me ofrecí a ayudarla pero me echo de la cocina porque iba a hacer desastres según ella, aunque seguramente tiene razón.
Prendí la tele y empecé a cambiar los canales en busca de algo que ver pero no había nada interesante, puse un canal de música y me dediqué a observar de lejos como Simona se concentraba en lo que hacía.
Nunca me hubiese imaginado estar así con ella, siempre crei que nunca iba a tener la oportunidad de tenerla cerca mío sin embargo esto estaba pasando y me hacia muy bien.

Me levanté para poner la mesa mientras ella terminaba de cocinar y una vez que todo estaba listo nos sentamos a almorzar. Mientras comía no podía sacar mis ojos de Simona, ella levantó la vista y se tocó la cara al notar que la miraba.

-¿Tengo algo? -Pregunto

- No, estas perfecta -Sonreí al notar que se había sonrojado

-Callate - Dijo para después comer unos fideos, su labio quedó manchado con tuco

-Tenes manchado- dije llevando mi mano a su comisura, limpie el tuco mientras nos mirábamos fijamente a los ojos 

-Gracias -Sonrió nerviosa y seguimos comiendo, empezamos a hablar de cosas sin importancia y en eso le mencione la llamada de Romeo.