36. Una verdad mala

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Simona

Llegué a la mansión y Muzo me estaba esperando de brazos cruzados en la cocina, agache la mirada y dedicándole una sonrisa trate de que me perdone por haberme ido así de la nada. Cuando me desperté después de esa pesadilla tuve tanto miedo que lo único que necesitaba era verlo y sentir su abrazo para relajarme.

Muzo me dio una oportunidad más que sumaba al millón que me estaba dando desde que comencé a trabajar en esta casa. Con Lucre empezamos a preparar el almuerzo al principio estábamos en silencio por la presencia de Javiera pero en cuanto se fue comenzamos con la charla

- No sabes la que paso - dijo ella mirándome dejando el cuchillo con el que estaba cortando la carne a un costado

- No, no se - dije sincera y ella puso mala cara rodando los ojos

- Se ve que Siena miente con el embarazo- dijo ella teniendo ahora toda mi atención

-¿cómo que miente? ¿con qué específicamente? - Pregunte mirandola en busca de una explicación

- Se dice que el hijo no es del patrón Diego o eso es lo que dio a entender Mauro - Dijo ella y yo tiré la cabeza para atrás

-A Mauro no se le puede creer nada - dije volviendo mi atención a la comida y ella levantó los hombros

-A Siena mucho tampoco - yo asenti concordando con mi amiga - Tengo una noticia para darte

-¿Estas con Oscar? - Pregunte ilusionada y ella se mordió el labio

-Que decís, eso nunca, bueno si ósea, no estamos pero vamos a tener una cita - tiro su cabello hacia atrás y yo pegue un salto junto a un grito para después abrazarla - Bueno tampoco te emociones tanto che

-Es que me pone muy feliz enserio, ustedes se merecen lo mejor- dije con una sonrisa

-Bueno Oscar no es lo mejor pero es algo - Dijo ella y yo reí

-Admiti que algo te gusta - Le di un codazo y ella sonrió

- Bueno si, ¿me vas a contar porque la cara de velorio de ayer? -Pregunto y yo recordé las palabras de Romeo, no quería que Dante se entere porque iba a ser para problemas prefería guardarmelo y hacer como si no hubiese pasado.

-Nada eso estaba cansada - Dije mirando fijamente la ensalada que estaba preparando para esquivar la mirada de Lucre

No hablamos mucho más ya que ella se fue a preparar la mesa y yo me quedé para terminar de cocinar, una vez que la carne ya estaba lista lleve las cosas a la mesa donde Diego, Siena y Junior estaban esperando.

Volví a la cocina y agarrando un tenedor empecé a comer las sobras de la ensalada nerviosa por lo que Romeo podría llegar a decirle a su hermano.

Dante

-Chicos traje... ¿interrumpo? - Hablo Leo dejando las gaseosas en la mesa y mirándonos

- Si - Dije y al unísono escuché decir un "No"  A Romeo - ¿Qué me tenía que decir Simona? - pregunté de nuevo ignorando la precensia de Leo

-Nada Dante nada - Dijo Romeo algo enojado - yo tengo que irme, mañana seguimos con todo esto - dijo señalando los papeles y se fue del bar sin responder a mi pregunta

Algo dentro mío me decía que algo no andaba bien, que me estaban ocultando algo y quería saber que. Leo se me quedó mirando en busca de una respuesta a la actitud de Romeo pero ni yo sabía que es lo que le estaba pasando.

-¿Lo seguimos mañana? - Pregunto Leo y yo asenti, el agarro la gaseosa y tomandola de un trago se retiró

Me acerqué a la barra donde estába Blas cobrando a un cliente, me miró preocupado y yo me senté frente a el

Amor CiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora