Capítulo 8

33 8 0
                                    

No puedo describir todo lo que siento por Jane. La veo llegar y mi mundo se me paraliza. Solo es ella. No dejo de pensar en ella. Me hipnotiza con su mirada. Me tiene en tus manos.

Tomé una hoja de mi cuaderno y empecé a escribir.

"Me tienes en tus manos. Me tiré de cabeza esperando poder amarte sin importar qué. Me has hipnotizado, fascinado. Estoy bajo tu control hasta que las luces se apaguen."

Parte de la canción de Cristian French "head first"

La siguiente clase fue hora libre. Jane se fue junto a dos chicos así que aproveché para meter la hoja debajo de un libro.

—Vamos al centro a la salida y comemos ahí.— Dijo Pato

—Me parece bien— estuvo de acuerdo Lee

Jane volvió después de un rato y cuando iba a guardar su libro se percató de la nota. La leyó y su rostro se puso rojo y lo acompañó con una ligera sonrisa.

—¿Fuiste tú?— Me preguntó.

Me encogí de hombros restándole importancia y le sonreí.

Todos sabemos que si me importa pero no le diría porque no quería parecer rara aunque ya la haya besado.

˖˖˖🖇·˚˖˖˖🖇·˚˖˖˖🖇·˚˖˖˖🖇·˚˖˖˖

—¿Qué quieren comer?— Dijo Melody.

—Vamos por tacos, ¿no?— Dijo Eduardo.

Y así fue. Fuimos al local más famoso de tacos de la ciudad pero estaba cerrado, así que fuimos a otro local.

Al entrar había un letrero.

"No se separan cuentas"

—Umta, tendremos que sacar las moneditas— Me quejé.

Buscamos una mesa en la que pudiéramos estar todos y después leímos la variedad de tacos que había.

—Banda... El wey de enfrente no deja de verme y es rarito— Dijo Pato en voz baja.

Todos miramos al frente de él y se trataba de un señor de al rededor de cuarenta años y era calvo.

Nos reímos de lo incómodo que era el momento y nos trajeron lo que pidieron.

Comimos mientras nos reíamos de cualquier cosa que se nos ocurriera.

—Creo que pediré una torta...— Dijo Eduardo.

La pidió y esperamos a que terminara de comer cuando se la trajeron.

La mesera nos trajo la cuenta e inmediatamente Eduardo sacó su celular para sacar la cuenta de cada quien.

—Nos toca de esta cantidad— Dijo mostrando su celular.

Observé la cantidad y me di cuenta que había dividido el total entre todos, aunque algunos hayamos consumido menos.

Apenada saqué mi dinero y miré a Melody. Ella me veía también. En su mirada se veía la confusión pero aún así nadie dijo nada.

Caminamos por la plaza sin rumbo alguno hasta que decidimos sentarnos en el césped.

Pato y Mary empezaron a pelear entre ellos. Estaban empujandose uno al otro hasta que cayeron al césped.

Los observé esperando que no me metieran en su pequeña pelea pero empezaron a besarse.

Nos tomamos varias fotos y me fui a casa.

ChatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora