La Dama De La Rosa

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—¿Y tú qué sabes de corazones rotos?

Dijo Rosa molesta mientras que se coloca de pie

—¿Acaso te has enamorado y te han rechazado?

—Si

Contestó casi de inmediato impidiendo que continuará con sus acusaciones burdas

—Así como tú ahora, acabo de ser rechazado por la persona la cual más he amado—intentaba contener su llanto —¿No es lo suficiente como para entender tu dolor? Al igual que a ti me tomaron entre sus brazos cuando sentía que no podía más, llevándome hasta la bendita gloria la cual me fue arrebatada con alguien más que su espalda antes cuidaba... ¿Cuánto dolor más hemos de soportar para que él maldito destino nos de la felicidad? Sé que las cosas no son fáciles... Y que llorar no sirve de nada... Pero a veces ayuda a desahogarse y no tener dentro de nosotros aquel dolor que nos consumirá, que los carcomerá por dentro

—Lucar...

—Así es Rosa, tampoco dañándonos los unos a los otros vamos a hacer que los amen...

Rosa quedó con la vista hacia abajo rascando su mejilla, mientras que veía cómo es que las horas pasaban y Gyan entraba al escenario viendo la cuerda floja, subiendo sin más esta vez sin red de protección y su varilla para el equilibrio, pareciera como si de igual manera no quisiera vivir, así como ellos

—¡Hey! ¡Gyan!

Grito asustada Rosa mientras que corría hasta el escenario

—Se piensa suicidar Lucar vamos

Ante esto baja de las gradas un poco más rápido que ella saltando hasta donde se encontraba él

—¡Gyan!

Rompen su concentración causando de que este caiga sosteniéndose de la cuerda, así como pasándola con algo de facilidad, logrando llegar hasta abajo dando un salto cayendo en un trampolín aterrizando a salvo

—¿Qué les pasa chicos? Me asustaron tanto que perdí la concentración terminando como ustedes pueden ver

—Todos pasamos por los mismos problemas, pero no hay necesidad de que te suicides de aquella manera

Grito Rosa algo asustada tomando a Gyan del brazo

—Aún se te necesita, entre ellos tenemos a tu novia Mili

—Espera—aleja a Rosa —jamás dije que ella fuera mi novia, ella es mi maestra en los zancos, quiero aparte de la cuerda floja dominar los zancos...

—Pero... Ella dice que es tu novia—irrumpe Lucar—¿Por qué ella mentirita con respecto ese tema?

—No es que ella mienta, se lo he hecho creer, pero en realidad no soy capaz de besarla siquiera —ríe levemente —yo ya estoy casado desde hace años

—¡¿QUÉ?!

Gritaron ambos desconcertados mientras que se veían unos a los otros

—¿Cómo que estas casado? ¡Desde hace cuánto es que estas casado? —dice la joven algo alterada sosteniendo sus cabellos

—¿Cómo es que nosotros jamás la hemos visto?

—Porque ustedes no quieren, pero ... ¿Quieren conocer a mi esposa?

—Eso no se pregunta

—Claro que queremos conocerla, de que sería si no sabemos quién es y solo tenemos en cuenta de que eres casado

—Bien, sigan me

Les hace una seña que le sigan mientras que durante el trayecto quitaba sus guantes que tenía dejándolos recargados sobre de una mesa donde tenían unas pelotas de colores dentro de los cajones y fuera unos pañuelos en aparente del acto de Octavio y Julio

Los Sueños Del BufónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora