Bienvenido Bufón

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—¡Un bebé! — dice asustado — ¿Qué hace aquí un bebé? Como es posible eso que

El encontrar el bebé realmente fue algo nuevo para Octavio en especial porque no sabía que hacer o cómo actuar después de haberlo levantado, aunque al tenerlo en brazos el menor dejo de llorar

—Realmente esto es nuevo para mí...

Su sonrojo era leve, aunque se sorprendió por mucho haberse encontrado a un menor, la emoción fue tal que no la aguanto y fue a correr tras de sus con pañeros de acto los cuales se posa frente a ellos alzando al bebé entre sus brazos

—¡Admiren la belleza que nos ha dejado Roma señores! ¡Un nuevo acto se nos ha de unir el día de hoy!

Sus compañeros quedaron completamente apenados ante esto, ya que Octavio ya había traído a demasiadas personas para estar en el circo, era muy imposible que Bonifacio le permitiera meter uno más, o tal vez podría ser que lo dejara estar dentro con ellos, pero con la condición de que dejara a Griselda fuera

—Octavio ¿De dónde has sacado a ese bebé? —cuestiono Griselda con una sonrisa — es demasiado lindo

—Lo he encontrado en el comedero de animales —responde acariciando la mejilla del menor

—Pero no lo podrás conservar, así que tienes que devolverlo de donde lo has sacado Octavio —entra Bonifacio quien se veía que tenía su labio partido por una mordida, así como su cuello lleno de chupetones

—No puedo devolverlo de donde lo encontré

—Hazlo

—¡¿En el comedero de animales?!¡Olvídalo!

—De ser necesario si

—¿Cómo puedes ser tan inconsciente Bonifacio? Es un bebé

—Precisamente por eso no podemos tenerlo, ya has traído a demasiadas personas con nosotros, ¿Acaso no has entendido con Camila? ¿Quieres sufrir más?

—Oye ya basta —se acerca una joven que tenía una ardua barba —deja de estar quejándote de toda la gente que Octavio trae al circo, por si no lo recuerdas él fue quien no solo me trajo a mí, también a Ruelas, Camile, Griselda y ahora más reciente este pequeño bebé, ¿Dejaras que muera de hambre? No seas inconsciente y deja de hacer tus estúpidos berrinches que sé muy bien porque no quieres que este dentro del circo con nosotros —se posa frente de él — ¿Lo digo?

—Basta Ana —tocaba su hombro —por favor, yo arreglare esto

—No, no lo harás solo —responde con seguridad colocándose frente de Octavio con el menor en brazos a su misma vez que otros más se acercaron cubriendo a este —si quieres que nosotros trabajemos para ti deberás dejar que Octavio se quede con el bebé, de lo contrario nos iremos a vagar nuevamente, puede que sea horrido, pero es gratitud y solidaridad hacia quien nos enseñó que podemos hacer más que nuestro oficio antiguo

Ante la rotunda oposición del circo hacia el quedo por completo desconcertado al ver cómo es que el siendo su dueño se revelaron ante él defendiendo los ideales de Octavio

—Está bien —dijo entre dientes algo molesto —pero te encargaras de él, así como lo hiciste con Camile y no quiero errores esta vez

Ante la respuesta de Bonifacio tanto Octavio como Ana comenzaron a gritar de felicidad viendo cómo es que había aceptado por completo al bebé

—Oye, oye ¿Cómo lo llamaras? —preguntó Ana emocionada

—Aún no lo sé —levanta sus cabellos del bebé, así como comenzó a llorar —wau, ¿Qué le pasa ahora?

Los Sueños Del BufónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora