Los Sueños Del Bufón

Lagrimas De Payaso

El silencio inundó el momento, mientras que Bonifacio mantenía la mirada baja sin poder creer lo dicho por Octavio

—Me habías jurado amor y lealtad... ¿Lo olvidas?

—No lo olvide —dijo al tomar del brazo a este —simplemente que aquello fue algo que no pude evitar no sabía siquiera como es que reaccionar cuando ella se acercó a mi

—No mientas... —susurro al soltarse del agarre de Octavio —si quieres estar junto a ella no te detendré... Después de todo eres mi hermano menor y debo de ver por tu felicidad

—Sí, pero Bonifacio entiende que eso no fue algo que disfrutara —volvió a tomar su brazo escondiendo su rostro en el

—Te esperó en el circo...

De forma brusca se soltó nuevamente del agarre de Octavio quien al verle de aquella manera no podía soportar, puesto que él dolor ambos lo compartían, tanto uno como por haber traicionado y el otro como por el haber amado a quien su amor a traicionado

—Bonifacio...

Dijo cayendo de rodillas viendo cómo es que cabalgaba hacia el bosque, en ello Griselda sale de la cabaña con un vestido algo decente, ya que debido a su oficio le era difícil encontrar algo bien

—¿Estas bien Octavio? —cuestiona tomando su brazo de este —estas muy pálido...

—Vámonos...

Se podía apreciar cómo es que su tono de voz se había quebrado ante cada paso, mientras que más se adentraban al bosque Octavio no dejaba de pensar en cómo es que su amado se debería de sentir ahora que ha sido traicionado de la manera más cruel horrida, por quien había luchado varios años lo perdió en un simple acto carnal de deseo

—(No puedo decirte cuanto es que me arrepiento, notarías mis palabras vacías y sin aliento, no puedo decirte cuanto lo lamento, creerías que esto solo es un impedimento para avanzar y encontrar mi felicidad, una cosa debes de tener presente amor mío, que tú eres y serás a quien. amo de verdad, no te diré que cambiare ya que esto solo fue un desliz el cual no se volverá a repetir, mi mundo gris ahora es al ver aquellas lágrimas que ante mi confección tu contuviste intentando hacerlas tu fortaleza ...)

Sus pensamientos fueron irrumpidos por las risas de Bonifacio quien se encontraba tras el circo hablando con una joven de largos cabellos color negro

—(Y así ... Todo lo que se hace se paga...)

Mira cómo es que le da un cálido abrazo juntando sus frentes de ambos besando su mejilla

—Octavio —Griselda toca su hombro — ¿Estas bien?

—No... No estoy bien...

Hace a un lado a la joven intentando olvidar la imagen que tuvo de Bonifacio a lado de la otra mujer, aquella quien se veía bastante hermosa, pero dolorosa era aquella manera de haberse cobrado la traición

—Bonifacio... —susurra quedando callado a la puerta de su oficina — (esperó que seas feliz)

Cierra sus ojos para después escuchar la voz de su amado llamarle

—¿Qué haces aquí Octavio? Deberías de estar con esa mujer mostrándole el circo

—Lo sé... —respondió con un tono de voz apagado —es solo que no podía hacerlo... No cuando sé que te he fallado, no cuando sé que te he traicionado, no cuando sé que te he lastimado, ¿Cómo podría enmendar mi error? ¿Hay algo que pueda hacer? No lo creó, pero aun así...aun así me ... — baja su mirar mientras que sus lágrimas al suelo caían — me alegra que encontraras a alguien para reemplazarme...