¿Estas bien?

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Nos despertó el ruido horroroso del despertador. Me giré para ver la cara de Alfred. Él estaba sentado en la cama poniéndose una camiseta para ir a desayunar junto a sus padres. Le imite y me levante para vestirme.
Cuando ya estábamos listo fuimos hacia el comedor para desayunar. María Jesús y Alfredo estaban poniendo la mesa para el desayuno. Alfred y yo nos sentamos en la mesa uno al lado del otro. Más tarde sus padres se sentaron enfrente y empezamos a desayunar.
Terminamos de desayunar y yo me levante para ir al baño a arreglarme. Me maquille un poco por encima, me puse base, rimel y un poco de colorete para tener color. Cuando salí del baño escuché a Alfred y María Jesús hablar sobre María en el salón y no pude evitarlo y escuché aquella conversación.

-Alfred yo se que tú ya eres adulto y sabes las cosas que tienes y las que no-María Jesús hablaba- Pero no te fíes de algunas personas.

¿Personas? ¿De quien hablaban?

-Mama ya lo se, se que María puede parecer una víbora pero no es así.-Dijo Alfred.

-Bueno cariño tú no has estado aquí todo este tiempo.

-¿Que ha pasado?

-No te lo puedo decir pero sólo quiero que sepas una cosa.

-Mama dímelo.

-Alfred no puede algún día te lo contaremos-Alfredo se unió a la conversación.

-Escúchame-Dijo María Jesús-Solo te digo que tú tienes a una chica maravillosa, que has luchado y sufrido mucho por ella, yo no te voy a decir que hacer  que no pero Amaia no se merece que le hagas ningún tipo de daño, no le dejes escapar porque es una chica maravillosa, ella es increíble.

Me muero de amor con María Jesús. Que mona es. Pero no entendía de que hablaban.

-Mama ya lo se, Amaia es mi todo y no la voy a dejar escapar nunca más. Tú ya sabes lo mucho que la amo ¿crees enserio que voy a dejar a Amaia por María? Estas loca mama.

Cuando oí esas palabras me mori del amor. Alfred es tan bonito.

-No estoy diciendo eso. Simplemente que la cuides y que la quieras mucho, Amaia es puro amor.

-Amaia lo es todo para mí mama.

-Pues ya está. Ve a buscarla y os vais.

Me separé de la puerta y me fui silenciosa y rápidamente hacia su habitación, donde se suponía que estaba.

Esa conversación me había dejado un poco descolocada ¿Que había pasado con María en todo este tiempo? ¿Porque sus padres no quería ni podían decírselo?. Estaba de acuerdo que Maria no era víbora, más bien era una bruja odiosa.
Sin embargo todo lo que dijeron Alfred y su madre sobre mí me pareció tan bonito. ese "Amaia lo es todo para mi mamá" Esas palabras me tocaron el corazón. El también es todo para mí.Alfred entró en la habitación y me deshice de mis pensamientos.

-¿Estas lista?

-Si.-Me abalancé a él y le bese.

Llegamos a la que ahora es la antigua discográfica de Alfred. En la puerta como no, estaba Maria. Le dirigí una mirada desafiante mientras ella abrazaba a Alfred mientras le acariciaba la nuca. En ese momento me cabree, ese gesto solamente se lo hacía yo porque sabía lo mucho que le gustaba a él. Cuando se separaron Alfred me miro y me dirigió una mordida en señal de que saludase a Maria, pero no lo hice, tampoco tenía intenciones de hacerlo, así que ignoré aquel gesto y pase a la discográfica mientras que Alfred iba detrás mío. Nos sentamos en una sillas y Alfred firmó los papeles del translado. Después de aquella reunión Alfred se levantó y dio un abrazo y un apretón de manos a sus jefes, allí le habían tratado muy bien, incluso cuando era un niñato y quiso abandonar, pero no lo hizo. Cuando salimos de la sala fuimos a fuera donde allí esperaba Martin con un cigarrillo en la mano.

¿Estas brillando solo para mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora