Pamplona.

1.1K 45 2
                                    

Me desperté por culpa de mi móvil, había empezado a sonar varias veces así que decidí levantarme y cogerlo, Alfred dormía a mi lado.

-¿Si?-Dije abriendo poco a poco los ojos.

-¿Amaia?-La voz de mi madre estaba al otro lado de la línea.

-Si dime Mamá ¿que pasa?.

-Amaia hija...-Su voz no sonaba muy bien, parecía triste.

-¿Mama que pasa?-Empecé a preocuparme.

-Hija... la abuela Javi...-Su voz se mantuvo en silencio y pude oír como sollozaba.

-Mama ¿que pasa con la abuela? ¿ha ocurrido algo?.-Estaba bastante preocupada y mi tono de voz cambió de estar bien a estar asustada.

-Está en el hospital-Oi como sollozaba-Le ha dado un infarto y ahora está en el hospital.

-¿Que?-Dije bastante asustada, vi como Alfred se movió y me levante y entre al baño para no despertarlo.

-Te aviso en cuanto sepamos algo.

-No.-Dije quitándome algunas lágrimas. Si le pasaba algo a mi abuela me moría yo.

-¿No que?

-Que voy a ir a Pamplona. Espérame en casa o donde estés.-Dije segura.

-Amaia no puedes hacer eso, ¿como vas a venir?

-Tu déjame a mi.

Colgué y empecé a llorar. No podía imaginarme nada. Solo quería desahogarme y llorar, me senté en el suelo, con la cara en las rodillas. Oi como Alfred abría la puerta del baño y se acercaba a mi.

-¿Amaia estás bien?-Se sento a mi lado. No dije nada y el me vio la cara y me abrazó.-¿Que pasa?

-Alfred mi...mi abuela... está en el hospital le ha dado.. un infarto-Dije llorando.

-Cuquita-Me abrazo, me dio un beso en la cabeza, y nos quedamos así abrazados.

-Alfred.. voy a ducharme y a coger un ave para Pamplona.

-Estas loca.-Dijo y le puse cara de extrañada-Te llevo yo en mi coche.

-Alfred como me vas a llevar tú, tienes que trabajar en la discográfica.

-Me tomó unos días libres no me importa.

-Pero..

-Nada, te llevo yo-Me interrumpió.- Dúchate, yo hago el desayuno y vamos para Pamplona.-Me levante y le abrace y me fui a la ducha.

Termine de ducharme, me vestí y fui a la cocina. Allí estaba Alfred con el desayuno preparado. Había 2 tostadas de tomate, sal y aceite y un trozo de chocolate. También había dos cafés. Me acerqué a él y le abracé, nos separamos y le di un beso, corto, suave, pero lo suficiente para que sepa que le agradecía todo lo que estaba haciendo. Terminamos de desayunar, él fue a vestirse y asearse y yo mientras llame a mi madre. Me dijo que estaba en el hospital, y que todavía no sabían nada, simplemente estaba inestable. Alfred bajo, se acercó a mi y me dio un beso.

-¿Lista?-Asenti- Pues vamos Amaix.

Bajamos a donde estaba su coche. Él conducía y yo iba de copiloto. El aveces ponía su mano encima de mi pierna como símbolo de apoyo. A mitad del camino me quede dormida.

-Amaia-Alfred me acariciaba la cara para despertarme.

-Mmm¿Donde estamos?-Abrí poco a poco los ojos.

-Estamos en un área de servicio cerca de Pamplona, ¿quieres algo de comer?

-Si-Nos bajamos del coche y entramos a la tienda a comprar patatas.

¿Estas brillando solo para mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora