Academia y recuerdos.

972 46 2
                                    

Mi despertador sonó, como odio ese sonido y mira que la melodía me gusta. Me giré y vi a Alfred dormido, me di cuenta de que no se había enterado de que me había sonado la alarma. Me quede mirándolo durante unos segundos. Me encantaba verlo dormir. Estaba tan mono. Volví a la realidad y sonreí al ver que se movió inconscientemente. Me acerqué a él un poco, le di un beso en la mejilla y me incorporé.
Fui hacia la cocina y me prepare un café y una tostada. Mire la hora, las 8:36. Iba bien de tiempo ya que me tenía que duchar y vestir, Aitana venía a las 10. Termine de desayunar y fui hacia la habitación para coger mi ropa y meterme en la ducha. Alfred seguía dormido. Con cuidado de no hacer ruido para no despertarlo abrí mi armario. La verdad que era consciente de que era un desastre mi armario, pero dentro de mi desastre estaba ordenado.
Salí de la ducha ya vestida y volví a mirar la hora en el móvil, las 9:45. Todavía me sobraban 15 minutos. No sabía como había hecho para estar lista y encima me sobrase tiempo ya que siempre llego tarde a todos sitios. Me senté en la cama al lado de Alfred que seguía durmiendo. Le di un beso en la mejilla y se movió un poco. Acto seguido le di otro beso pero esta vez en los labios y vi como sonreía.

-Buenos dias dormilón.

-Buenos dias titi - Dijo desperezándose.

-Ohh, que mono. - Le di un beso en la mejilla mientras él abría poco a poco los ojos y terminaba de desperezarse.

-¿Ya te vas?

-Eeeh - Mire la hora - Si,creo.

-Joo - Puso cara de bebé, no pude resistirme y le bese. Aitana llamó al timbre.

-Te prometo que a la hora de comer estoy aquí. -  Le di un beso.

-Pásatelo bien titi.

-Te quiero. - Dije levantándome de la cama y mirándolo.

-T'estimo molt.

Salí de la habitación y baje al portal donde Aitana me estaba esperando. Nos saludamos y nos montamos en su coche para ir a la academia.

Llegamos a la academia, Noe nos estaba esperando abajo para subir juntas las tres. Cuando subimos nos paramos delante de la puerta. Nos pregunto si estábamos preparadas y Aitana y yo asentimos cogiéndonos de la mano. Entramos y vi que la entrada no había cambiado nada, seguía estando ese espejo en el que me miraba y decía "que horror Aitana" o "Pero que rollo surfero si yo soy de Pamplona" .
Noe nos guió hacia la sala grande, en esa sala era donde dábamos la clase de Magali, reparto de temas, pases de micros y todas las clases grupales. Aitana y yo seguíamos cogidas de la mano y entramos. Todos los concursantes aplaudieron y se levantaron.

-Creo que no hace falta que las presente. - Rio Noemí.

-Hola - Dijimos a la vez Aitana y yo mientras nos sentábamos en el suelo.

Ambas nos pusimos ha hablar con los concursantes sobre consejos y cosas que debían hacer como hicimos Aitana y yo.

-Y no escondáis nada, sed vosotros mismos - Dije para acabar con mis consejos.

-Si, no os cohibáis. - Dijo Aitana y me miro. Ambas sonreímos.

Al acabar nuestros discursos nos hicimos fotos con los concursantes. Nos despedimos de ellos ya que iban a irse a plató.

Aitana y yo decidimos darnos una vuelta por la academia. Entonces miles de recuerdos vinieron a mi mente.

Empezamos por los boxs, no habían cambiado mucho, había menos platillos de esos que yo tiraba cuando estaba con Alfred y Aitana de fiesta allí. Luego fuimos a la sala del piano, mi querido piano, en esa sala había vivido yo muchas cosas, allí fue donde Alfred me enseñaba sus canciones, las clases con Manu. Seguimos por la cocina y aquel sofá tan grande y también por las mesas, esas mesas donde Alfred y yo nos abrazábamos, donde comíamos, desayunábamos, cenábamos y merendábamos, bueno eso de merendar no mucho y eran las causantes de mis golpes en el cuello. Finalmente fuimos a las habitaciones, vestuarios y duchas, ay las duchas, no pude evitar sonreír pensando todas las veces que Alfred y yo nos escondíamos en las duchas para liarnos o algo más cuando nos cerraron la habitación. Y por último entramos en la habitación. Vi en el fondo de la habitación la que había sido mi cama. Donde había compartido tantas noches con mis compañeros. No pude evitar llorar y cuando me giré Aitana también lloraba.

¿Estas brillando solo para mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora