Evilness before that love

0.2 Uma Seawitch

Era el cumpleaños número trece de la pequeña bruja del mar, y a decir verdad había empezado mal. No era que su mamá no la quisiera sino que solo le importaba menos que otras cosas. Ella se había levantado con un ánimo muy grande pero su madre lo había destrozado cuando la puso a trabajar todo el día en Fish and Chips, Ni siquiera había tenido un feliz cumpleaños de su parte, después de limpiar la última mesa había decidido salir sin embargo la pandilla de los VKS la esperaba con una sorpresa.

La líder, Mal, le había gritado desde lo alto de una azotea “Feliz cumpleaños…Camarón" para luego soltar tres baldes de estos encima de ellas, eso no había sido lo peor sino que estos estaban frescos y combinados con algunos ya pasados de temporada a parte de que se encontraba en medio de la plaza por lo cual todos los villanos la habían visto humillada el día de su cumpleaños y si su madre se enteraba la haría repetir aquello una y otra y otra vez. Los ojos de la pequeña bruja se encendieron en un azul celeste mientras las lágrimas caían de sus ojos, trataba de no golpear a nadie mientras se dirigía a la Caleta para lavarse, deshacerse del olor y pasar ahí su cumpleaños con su único amigo.

Cuando llegó no lo encontró, eso la hizo sentirse aún peor, decidió primero entrar al agua para quitar el olor de su cabello, siguió remojando sus larga melena pelinegra combinada con aqua marina, las lágrimas se le seguían resbalando por la mejilla mientras se preguntaba si esto mismo hubiera pasado del otro lada del mar cruzando la barrera, en Auradon también la habrían tratado así, la habrían humillado y se tendría que estar lavando el cabello, la ropa y su pequeño cuerpo con lo que restaba de Jabón o es que en Auradon no pasaban esas cosas, ya que todos tenían una vida tan bella, no tenían preocupaciones y no tenían que pelear por comida y los terrenos a los que deberían de pertenecer.

Uma veía el sol resplandecer en el agua mientras se lleva un mechón de cabello a su nariz, ya no olía a pescado podrido ni a sobras, hizo una media sonrisa y escribió en la arena, “Feliz cumpleaños Uma, pequeña bruja del mar” acompañado de un pastel mal dibujado, las lágrimas picaban otra vez en sus ojos, si Úrsula la hubiera visto le hubiera dado razones para llorar, le habría roto el collar, la habría dejado separar los pescados podridos de los buenos y de paso le habría quitado la voz para que ella no pudiera quejarse de nada. La pequeña bruja bajo la mirada de nuevo y dejo que las lágrimas cayeran nadie la veía ahí, era su lugar especial, podía ver Auradon desde ahí y parte de Bahía pirata, podría ver algunos piratas borrachos hacer estupideces, ver fish and chips cerrado, podría observar la Jolly Roger y como caían piratas todos los días desde la plancha, podía ver el bazar y como robaban pero también más allá de eso podía notar los detalles pequeños, las sirenas que salían del agua al anochecer, el cantar de las aves del mar, el como su madre anhelaba tanto el mar y la libertad que ella alguna vez poseyó, alguna veces la podía oír cantar, también veía como se iluminaba un parte de Auradon con luces de varios colores, como zarpaban los buques que traían las provisiones y como el príncipe jugaba en la orilla de la playa. Pero lo que más amaba era ver cómo los buques, la limusina que a veces traía al rey bestia a visitar la isla, y las sirenas podían romper la barrera, está estallaba en colores dorados mientras se hacían arcos y podían traspasar está, podían hacer magia, podría ver el cambio que la gente daba y el como alguien siempre se colaba entre la ruptura de esta.

La pequeña bruja no se dio cuenta cuando anocheció hasta que empezó a oír el canto de las sirenas, las luces de Bahía pirata iluminando cada puesto y cada barco, Uma levantó la cabeza y se encontró con algo muy peculiar, un joven de su edad estaba siendo llevado a la Jolly Roger por una sirena, tenían el cabello negro, la piel dorada, no podía percibir más detalles porque estaba muy lejos, era elevado por una plancha y una red mientras la sirena cantaba, veía que está profería otro canto distinto al de sus compañeras. Uma se tallo los ojos y vio como el Capitán Hook y su hija mayor, tomaban al chico entre sus brazos, está profería maldiciones mientras el chico tosia agua y algunos restos de algas, Uma se acercó más a la orilla de la Caleta y pudo ver cómo Hook atravesaba a la sirena con una espada mientras la voz y el alma de esta brillaban en una estela Dorada, una se iba a la habitación de su madre mientras que la otra se posiciona en la parte del corazón del chico, pudo ver cómo este se levantó de golpe, mientras la hija de Hook lo inmovilizaba, el.cuerpo de la sirena cayó y el capitán de la Jolly Roger subió de nuevo. Dejo al chico solo en el estribor mientras él y su hija iban de nuevo a sus habitaciones, sino fuera por el golpe que se había dado y porque la sirenas habían olido la sangre Uma se hubiera quedado ahí más tiempo. Esa noche corrió como nunca a su casa, escuchó a su madre cantar mientras le ponía un nuevo collar en el cuello y ella fingía que dormía, no lo pudo hacer ya que la escena se repetía una y otra vez, Uma Dio un vistazo a su ventana y se preguntó por una última vez ¿Que hacía que Hook odiara tanto a ese chico?