Evilness before that love

0.1 Harrry Hook

Harry siempre había vivido apartado de su padre, con tan solo 7 años buscó a su madre en una fría noche de invierno, el agua en esas épocas era sumamente helada y sabía que las sirenas disfrutaban cazar a media noche, más de una vez había escuchado a Harriet decir que la madre de Harry era una de ellas, que había hechizado a Hook una noche en la que estaba sumamente borracho, habían compartido ese día algo más que la cama y entonces en una cesta después de un año había llegado el. Odiaba escuchar esa historia ya que Harriet siempre remataba con un golpe en su nuca, esa noche de invierno había decidido que si tuviera que elegir entre una mala vida con Hook y morir devorado por las sirenas aceptaría la segunda sin dudar.

Esa noche con tan solo 7 años, el mini Hook, salto de la ventana de su habitación hacia el agua, se hizo una herida y en menos de una hora estaba rodeado de las sirenas más hermosas, los ojos de estas brillaban tratando de controlar al chico pero este tenía una resistencia a los cantos y a la miradas. Poco a poco vio a estas transformarse en monstruos, con colmillos más grandes de lo normal y dedos afilados listos para destripar, sino hubiera sido por una joven de ojos color mar y el cabello tan dorado como el sol que nadó hacia él, Harry hubiera muerto en ese mismo instante.

Al principio no sabía dónde estaba, no recordaba nada de los días anteriores, apartado del muelle y viendo muy lejos su “hogar” podía notar que en esa parte de la playa todo era eterno, la comida nunca desaparecía, el calor era soportable y las noches no eran tan frías, la marea se mantenían, las.heridas se curaban en días y el dormir era el mejor de los remedios, podía notar como bahía pirata, el bazar y parte de los terrenos de Úrsula se alzaban más allá de las montañas que cubrían. El chico había pasado cuatro días ahí y siempre sentía la mirada de la misma chica, Harry se preguntaba cuanto años podría tener y porque compartía una conexión tan fuerte con ella.

La noche después de su llegada la había escuchado cantar, acariciaba el cabello del chico y decía entre versos, no pensé que volverías, con los ojos entrecerrados vio a la sirena cantar con lágrimas que brillaban al resbalar de sus mejillas.

Por una vez en la vida Harry se sentía en paz, en armonía con el mar y su alma, lejos de la tripulación de Hook donde tenías que luchar para sobrevivir, donde tenían que mantener tu espada siempre fuera del bolsillo, donde tenían que cuidar tu espalda porque así como podías caer por la plancha así podía caer por el estribor, no extrañaria para nada la Jolly Roger, los constantes regaños de su padre y las heridas sangrantes que Harriet le dejaba, no extrañaría vivir en el barco y tener que limpiar el vómito de Hook después de sus aventuras con las piratas o con simples muchachas de Bahía pirata, tampoco extrañaría tener que reaccionar ante las miradas acusatorias de más de uno de la tripulación, tampoco extrañaría tener que pelear en el bazar tal vez lo único que el pequeño Hook extrañaría sería escuchar a una niña cantar, siempre lo hacía por las noche cuando el pequeño Hook se quedaba entrenar la esgrima, cuando nadie lo veía y podía imaginar una vida entera en expediciones, mini Hook lo oía pero nunca sabía de dónde provenía. Eso era lo único que Harry extrañaría.

Después de esa noche y de todas las consecutivas a esas oyó hablar a la sirena, que contaba una historia de diferente de ellos dos, contaba una historia nueva para él, siempre cambiaba algo, podía ser de como ella y su padre se enamoraron o incluso el porque ella no se podía quedar con él, para la 5ta luna, el había descubierto que ella era su madre y por más que lo amará a una sirena de Nunca Jamás, de las aguas profundas la dejarían quedarse con un niño humano, y eso era él, por eso se refugiaba en la playa.  

Harry había aprendido de todo gracias a su madre, podía cocinar, cantar, bordar, limpiar, lastimar e inclusive luchar, desarrollo un poco de los hechizo de las sirenas, sabía bien que poseía la misma habilidad que ellas de aturdir y hechizar al igual que había heredado de su padre la manía por el mar.

6 años hizo Harry Hook en ese archipiélago, acostumbrado a vivir entre ellas y ellos, no extrañaba para nada la isla y en su cumpleaños número trece había dicho y proferido que se quedaría ahí para siempre, la reacción de su madre no era la que esperaba, su mirada era de rareza y miedo. Harry no entendía, todos esos años habían ido tan bien porque ahora que decidía quedarse con ella no aceptaría, su madre lo tomó por las mejillas y le dio un par de besos, esperaron hasta la noche para ver qué sucedía, entonces ahí él se dio cuenta, que cada vez que el dormía su madre se enfrenta a la constante ola de sirenas que venían por el, para comerlo, para matarlo, para enamorarlo, para venderlo e incluso para ahogarlo, no se podía quedar ahí, miro una última vez su espada manchada de sangre mientras su madre lloraba. Al final Harry no era tan distinto a los Hook's, dio un suspiro esa noche y le prometió a su madre que volvería por ella, se irán a un lugar donde si pertenecieran y donde ninguna persona tratará de matarlo.

Por primera vez Harry se puso a pensar en la Jolly Roger, Lo que su padre lo hizo sufrir solo preparo para ese momento, tal vez el Capitán Hook no era tan bueno y tenía un amor por el alcohol tan grande, que al final se desquitaba con Harry, recordó la primera vez que lo puso a pelear como su padre profería gritos en contra su rival, la primera vez que Harriet lo lastimó y su padre lo dejó morir solo en la arena, odiaba mucho que Hook lo entrenará tan fuerte, odiaba que Hook lo pusiera a levantar cañones o que lo hiciera colgar de las sogas de la velas por al menos dos días sin oportunidad de bajarse, odiaba ver la sangre en sus manos cuando un pirata salía lastimado por su culpa, pero al final todo aquello lo que el Capitán James Hook le enseño, le había servido para luchar por su vida.

Harry observó una última vez aquella pequeña parte de la playa apartada de la isla, todo era eterno aquí, los días, los años y los meses, miro más allá de las montañas, el bazar era un Caos se celebraba la gran fiesta de la próxima emperatriz del Mal, robaban, tomaban y asesinaban a diestra y siniestra, en los parámetros de su padre toda era paz y tranquilidad observa como Harriet está en estribor comiendose con un pirata, más abajo estaba la habitación de su padre tenían las luces prendidas y observa un mapa de una isla, una nueva expedición, en Bahía pirata todo se observa tranquilo hasta que una pequeña niña salió con un frasco en manos, subió rápido las escaleras laterales de Fish and chips, llegó a un cuarto donde brillaba el color morado y aqua marina, se sentaba a lado de un gran caladero y podía ver cómo a lo lejos Úrsula combinaba cosas. Se levantó un poco más para observar mejor, desde las montañas la vista era excelentes, vio como la bruja profería un nuevo hechizo, mientras la niña destapaba el frasco, una estela de luz negra salió de este posicionándose en un collar que seguidamente, la reina del mar le puso a su Hija. Harry sigo observando un rato, como la niña sonreía y al mover las manos podía cambiar de forma.

Sonrió por un momento, vio a su madre recostada en la arena y decido que si tenía que volver a la Isla lo haría, sería el nuevo capitán de la Jolly Roger, tendría a la pequeña bruja del mar como parte de su tripulación, abriría la barrera y Auradon conocería el gran nombre de los Hook's