Capítulo 3

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—Invítalo a salir. —

—Ya lo hice. —

—¿En serio? —

—Ajá. —

—Y a donde irán. —

—Bueno... pasaremos el fin de semana pintando su apartamento. —

Sungmin lo miró con reproche.

—Eso no es una cita...—

—Lo sé. — respondió mientras tomaba unas cebollas del aparador. Estaban en el mercado acompañando a Jeremy con las compras diarias. Kyuhyun pesó las cebollas y las metió en una bolsa.

—¿Entonces? —

—¿Entonces qué? —

—Ayudarlo a pintar su casa no es tener una cita. —

—Lo sé, Sungmin, pero me da ñañaras decirle que tengamos una cita. Podría pensar cualquier cosa de mí. —

—¡Ay! ¿Y es que ahora te preocupa lo que piense de ti? Te has pasado sin quitarle un ojo encima desde que lo viste. Eso es enfermizo, Kyu. —

Kyuhyun echó a reír entre dientes. Pensar que lo veía de una manera enfermiza lo hizo analizar su comportamiento. Eso estaba mal ¿verdad? Sobre todo porque estaba consciente de las ganas que tenía de pasar más tiempo con él.

Quería saber más de él, saber cuál era su color favorito, su libro favorito, su lugar favorito. Por el momento, lo único que sabía era que le gustaba usar un gorro de lana en pleno verano. Y si quería realmente saber más sobre él, debía de empezar dejar de verlo físicamente y descubrir que había bajo aquel semblante exóticamente frágil y amable.

—Déjame ayudarte. — dijo corriendo hacia él. Ryeowook cargaba unas cajas con carne. Llevaba el delantal blanco lleno de marcas rojas y las mejillas rosadas por el esfuerzo que realizaba.

—No, está bien. —

—Oh... solo quería ayudar. —

—No te preocupes. —

Vio como el muchacho ponía las cajas sobre la mesa.

—No me veas así—

Kyuhyun cambió la mirada de sorpresa cuando se vio descubierto. No pudo ocultar sentirse así cuando lo vio cargar tan pesadas cajas. En ese momento lo último que parecía era frágil.

—Lo siento. —

—No te preocupes. Estoy acostumbrado a que me vean así. — dijo encogiéndose de hombros.

—¿A qué te vean cómo? —

—Como si me fuera a romper. — Inquirió recostándose en la mesa —Y estoy seguro que te has estado conteniendo al preguntarme por qué me veo así. Solo déjame decirte que no tienes que sentirte tímido al preguntarme. Teniendo en cuenta que somos compañeros de trabajo, vecinos, he usado tu baño y te he visto semidesnudo... entonces ¿Por qué comportarnos como desconocidos? —

Kyuhyun parpadeó con sorpresa. El chico habló tan rápido que él aún analizaba sus palabras.

—Y me alegro que hayas dejado de mirarme como si fuera un gatito mojado porque te aseguro que no lo soy. —

—No te miro como un gatito mojado. —

—Lo haces. —

—Claro que no. —

—Ahora que estás avergonzado lo has dejado de hacer. Pero en serio... agradecería que dejaras de hacerlo. Me... incomoda la forma en que algunas veces me ves. —

21 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora