—Jason la orden está lista —Corrío hasta donde su compañero —Si sabes, ¿Que solo es una simple pizza? — Lo miro con una sonrisa burlona —Eso no me quita las ganas de ser el mejor chef gourmet de Francia— Ambos rieron ante su comentario, el siempre decía eso, lo decía desde que se conocieron hace 4 años y esperaba que algún día cumpla su sueño, tomo la caja con la pizza caliente y fue donde estaba la motocicleta que usaba para dejar los pedidos.
La persona que había pedido la pizza era la quinta vez en la semana que lo hacía, era un hombre de unos 36 años con aspecto lúgubre algo descuidado su casa estaba algo alejada y vivía solo por lo que se podía ver — Maldición que hace frio —Se cubrío mejor con la bufanda y bajó de la moto cuando llego a su hogar, tocó la puerta y le abrió, estaba en bata de baño — Su pizza señor — Miro a otro lado — Serían 15 dólares —Se los entrego y tomo la pizza — Gracias, ¿No quieres? — Saco un poco y se lo tendio pero el joven se negó —Estoy trabajando, no puedo — Se dispuso a irse pero volvió a hablar — Te invitaré una cuando termine tu turno — Escucho una risa fingida y luego el sonido que hizo cuando cerró la puerta.
Suspiró y volvío a la motocicleta para ir a su trabajo.
Entro por la puerta del local y vío a Harry —¿No hay más pedidos? — Se apoyo en el mostrador —Por ahora no, parece que la gente tiene frío hasta para tomar el teléfono— Bufo — Y con razón, tu no sientes el frío estás al lado de los hornos pero quiero verte cuando vuelvas a casa y te congeles el culo — Rieron y tomaron unos refresco que había en una máquina expendedora que era para trabajadores.
Pasaron las horas y su turno termino, se despidió de su amigo y volvío a casa caminado ya que no era muy lejos y no había llevado su bicicleta. Cuando llegó a su casa se quito su gran abrigo y se tiro en el sofá había Sido un día largo así eran sus días en invierno desde hace dos años que empezo a trabajar en la pizzería, su amigo le consiguió el trabajo cuando más lo necesitaba y siempre se lo agradecera por eso.
Se levanto de su cómodo estado para ir por una cerveza al pasar por la ventana que estaba en su cocina vío algo afuera de esta, era, ¿Una persona? Había un chico fuera mirando sin ningún disimulo hacia su departamento.
Movío su cabeza seguro que no era más que un drogado, tomo su cerveza y volvío al sofá encendiendo el televisor buscando algo que ver.
Toc toc , se levanto exaltado por los golpes miro su móvil, las 2:30 AM fue a la puerta y no había nadie suspiró agotado y volví a su sofá, apago el televisor y fue al baño a ducharse.
Ya bajo la ducha con el agua caliente bajando por su cuerpo una extraña sensación se apoderó de el, se sentía incómodo como si alguien le mirara, apago el agua se seco y vistio, fue de nuevo a al refrigerador pero no había nada, por mera curiosidad miro por la ventana, grave error, la sensación del baño volvio y abrío sus ojos como platos. Ese hombre seguía ahí parado ¿No se había movido en toda la noche? Acaso ¿Estuvo ahí todo este tiempo? Cerró las cortinas y con el corazón a mil se fue a su cuarto no sin antes poner seguro en la puerta principal y en la suya misma. Se escondío en las sábanas tratado de no pensar en ese tipo, tenía una capucha no podía ver su rostro pero parecía alto, se podia ver parte de su barba pero nada más estaba demasiado oscuro.
Poco a poco se fue calmando y sus ojos se cerraron cayendo en un profundo sueño.
Pipi pipi pipi pipi pipi tiro el despertador — Mieeeeerdaaaaa— Bufó y tocando su rostro salío de las sábanas, se fue al baño hizo lo que tenía que hacer y fue a prepararse el desayuno — I was you... Turu tu— Tarareaba la canción de la radio, estaba concentrado en lo que hacía sin recordar nada de lo que paso anoche.