Los sentimientos de Sesshomaru

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Rin llegó a la cabaña de Kaede y entro deprisa, encontrando a su abuela esperandola.

- Lo lamento mucho abuela Kaede. Se que se me hizo tarde.

- No te preocupes mi niña, se la razón por la cual te entretuviste en el camino.

- Quién te lo dijo?... Espera, lo sé, fue Inuyasha verdad?

Kaede no contesto nada, solo asintió con la cabeza.

- Tengo... Tengo algo que contarte, abuela Kaede.

- Yo sé que si mi niña, pero me lo dirás luego de la fiesta.

- Como? Aún habrá fiesta?(Pregunto la joven sorprendida).

- Claro que si.(Afirmó Kaede). - Aún tenemos tiempo y además no cumples 18 todos los días.

Rin sonrió ante la idea de aún tener fiesta, le encantaba ver a todos sus amigos reunidos.
Kaede observó a la joven y vio que en sus manos traía algo, al parecer eran regalos.

- Que tienes ahí mi niña?

- Esto?... Son regalos que me dió el amo Sesshomaru.(Dijo Rin acercándose y mostrándole las cosas a kaede).

- Esta todo muy hermoso.(Agrego Rin).- Aún me cuesta creer que el amo se tomará la molestia de elegir esto para mí.

La anciana puso cara de asombro, al parecer a ella también le costaba creer eso, siempre pensó que era Jaken el que escogía las cosas para ella.

- Bien Rin.(Dijo Kaede) - Si seguimos aquí no llegarás para la fiesta y todos están esperandote.

- Si abuela.

Kaede comenzó a alistar a la joven, la peino haciéndole una cola alta en el cabello y luego comenzó a rizarlo, con tubitos de madera y agua caliente, formando unos bucles hermosos que caían a lo largo de su cabello. Luego la maquillo ligeramente, sombreando sus ojos con un azul suave y pintando sus labios de un rojo carmín. Por último colocó la hermosa peineta, el collar y luego el hermoso kimono con los calcetines y las sandalias.

- Liso, termine.(Dijo la anciana).

- Y cómo me veo, abuela Kaede?

- Velo por ti misma mi niña.

Rin se miro en el espejo y no podía creer que fuera ella, sin dudas se veía hermosa, el kimono se le ajustaba al cuerpo y resaltaba esa hermosa figura. Sin dudas parecía una princesa.
Cuando la joven llegó a donde estaban los demás, todos quedaron sorprendidos al verla. Parecía un ángel.
Rin tenía una hermosa figura, era de la altura de Kagome, su pelo le llegaba hasta las caderas, aunque ahora lo tenía recogido, sus ojos eran de un hermoso color café claro, tenían un brillo que transmitían paz a quien los mirara. Su cuerpo con hermosas curvas, no en exageración, tenía lo justo y necesario para volver loco a cualquiera.

En el transcurso de la fiesta, una que otra persona saludaba a Rin y le deseaba un feliz cumpleaños, entregándole uno que otro regalo. Rin agradecía el gesto y sonreía amablemente. Lo que ella no sabía era que desde lo alto del pesñasco, situado a pocos pasos de la aldea, la observaba un apuesto demonio albino, el príncipe de la luna, el señor Sesshomaru.
El apuesto demonio observaba a Rin, sin dudas se veía hermosa, Sesshomaru aún no entendía como una simple humana había podido cautivarlo, hacerlo cambiar tan repentinamente, hacer que el se apiadara de los demás, porque sin dudas, después de conocer a Rin, Sesshomaru había evitado matar a alguien delante de ella para no causarle disgustos.
Recordó aquel día en que le dijo esas palabras a Inuyasha en la tumba de su padre...

Flash Back

"Inuyasha, se ve que te agrada bastante desenvolverte con los seres humanos. Porqué los proteges?... Porqué dejas que hullan?... Porqué los amas?... Lamento decirte que yo no heredé las cualidades de mi gran padre, esa misericordia y cariño que sienten hacia los humanos... Aquel sentimiento que tienes hacia tu madre, o esa mujer humana, es el mismo que le hizo una gran herida al corazón de mi padre, y lo convirtió en un montón de huesos... Dentro de tu cuerpo corre sangre sucia, y a eso a lo que le llamas sangre, es lo que te mantiene conectado a los humanos... Sin embargo yo no soy asi, no puedo tratar a seres tan repugnantes como los humanos... Son bastante aburridos. No crees hermano? Los humanos, y los que son mitad bestia también..."

Fin del Flash Back

Ahora se daba cuenta, cuan equivocado estaba. Durante el viaje de camino a la aldea, Sesshomaru se debatió entre su mente y su corazón, que creyó alguna vez no tener, necesitaba saber que era lo que sentía por Rin, y al verla de nuevo frente a él, sentir su cálido cuerpo con ese abrazo que ella le dió, al escuchar su suave voz y ver esos hermosos ojos, supo entonces que la necesitaba...supo entonces que la amba. Pero...y si ella no sentía lo mismo por el? Primero debería averiguarlo.
El apuesto demonio observó una vez más a Rin antes de irse.

" - Eres lo más importante que tengo Rin.(Pensó). - Te amo, pero a mi manera, ahora solo me queda saber que sientes tú por mi."

El albino comenzó a caminar rumbo a su palacio.
Sin dudas algo interesante estaría por ocurrir...

Continuará...

Sesshomaru y Rin: Diamante De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora