¿Qué tan difícil es dejar ir?
- Fácil, en ocasiones la decisión eres tu u la otra persona, estoy de acuerdo en algo, es mejor elegir por uno.
- He ahí el problema, me dejaste ir y hoy solo hay silencio en mi teléfono, hay silencio en mis calles, hay silencio en el puente.
Lo último que supe de ti, fueron unos mensajes ebria, unas fotografías ligera de ropa por si me calentaba y nos cuadros que pinté para ti en la conserjería de mi edificio. Tuviste la precaución de dejarlos envueltos en diario. El Mercurio cuerpo "C".
Dejaste ir lo que poco que "te" quedaba, tu último "no me interesa", tu último "gracias" se llevó lo poco que "me" quedaba, todo este último tiempo están apagados en colillas repasadas en un vaso con restos de un Gin largo de la otra noche.
No te culpo, yo sabía que acostarnos para despedirnos era y siempre fue una mala idea, pero así fue, jugué a ganador y perdí.
En la vida he perdido muchas veces, he ido al infierno y convivido con mis demonios más de una vez, no le temo a olvido, siempre supimos que sería el fin, me lo dijiste de tantas formas que ahora lo pude ver con claridad.
No recuerdo tu risa, ni tu olor, tampoco tu piel, parece que a ambos nos trago la tierra, no obstante, el puente seguirá ahí, basta que alguno se atreva a cruzar. Por mi parte será el tabaco, las series y el sexo de alquiler mi motivación para seguir pintando una galería que aún necesita ser descubierta.
