Un poco más de frío

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No te me acerques, me quiebras, te odio, no te reconozco, te maldigo horas. Que te marquen las penas cuando en tus sueños me veas.

Un día cualquiera, la cortina dejó entrar la luz de la mañana, los primeros sonidos de la ciudad, las personas que viajan en tren, ese tren que se escucha a lo lejos cada 45 minutos de sur a norte y de norte a sur.

Una taza con su borra, dos cigarrillos acabados en su interior, taza posada en esa pequeña bandeja de madera que nos regalo tu hermana cuando vino por primera vez a vernos a la ciudad.

No entraba a facebook hace mucho por miedo a mirar un mensaje tuyo pero fue inevitable ingresar a la bandeja. Tengo el mismo computador lento que me dio tiempo para preparar un último resto de café. Un plátano maduro, muy maduro fue la cuota de comida esa mañana, ya no valía la pena mantener el refrigerador encendido. El invierno ataca, la baldosa cada vez está más helada.

Cientos de mensajes, aposté mis bigotes que no habría nada de ti, no eres de enviar nada, tu rencor, tu falta de querer, no se. Pero no envías nada. 

Tu nombre en mi bandeja, de madrugada me enviaste una canción en youtube. 

Con detención escuché la canción, me odias aún, pero se también que me extrañas, como yo también  extraño esta conexión sobrenatural que aún existe entre nosotros. Tu mensaje - canción servirá para los próximos caminos y puentes que cada uno logre cruzar.

Renuncié hace mucho a tu amor, renuncié a ti,  a lo nuestro, tu cuerpo y a todo; reconozco que fui yo quien te busco muchas veces, pero ahora o hasta donde soporte, estoy seguro que serás más feliz sin mi. Por el contrario, yo no te odio, ni me quiebro al saber de ti. Fuiste lo mejor que pasó por mis puentes y caminos. Todo lo que fue, que se convierta en aire, colores, magia, naturaleza, vida.

Un viejo tarro de barniz , fue abierto esa tarde, después de lijar esa pequeña bandejita para que  volviera a la vida útil nuevamente. Prometo, no ocuparla más de mesa para el computador portátil o para posar las pocas plantas que quedan aún en la que fue nuestra terraza.




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