Que otros secretos guardas

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Los días seguían pasando y cada día esperaba con más ansias el regreso de Regina, no tenía idea de cuál sería su respuesta a su regresó pero el simple hecho de seguir manteniendo su amistad ya era un regalo para mí aunque sabía que éso podría mejorar si es que ella sentía lo mismo por mí, con Verónica evitaba tocar el tema sentimental ya que hablar de éso la entristecia y era lo que menos quería, anhelaba ver a Verónica feliz ya que en verdad lo merecía pero también sabía que tenía sus razones para haber tomado la decisión de alejarse de la persona que amaba y yo no la cuestionaria más.

Los fines de semana acostumbraba salir a algún lugar con Abril, por lo regular siempre era al cine, a comer o a algún otro lugar tranquilo pero hubo un fin de semana en el cuál ella me invito a salir a un club nocturno con algunos compañeros de su salón, sinceramente la idea a mí no me parecía tan buena ya que muchas veces esas salidas se salían de control además de que sólo tienen el acceso al lugar personas mayores de edad y no tenía ni idea de cómo harían para entrar pero no tuve otra opción más que aceptar después de tanta insistencia de su parte por ir con ella.

Ésa noche al llegar a casa hablé con mis papás sobre la salida de la cuál me había hablado Abril y aunque tampoco les pareció muy buena idea me dejaron ir ya que confiaban en mí y con la condición de que si las cosas se ponían feas me regresará a la casa lo antes posible o les llamará para que fueran por mí a lo cuál yo acepté, yo no tomaba alcohol ni fumaba ya que sinceramente no me llamaba la atención y sabía que después se podrían convertir en vicios difíciles de dejar, la noche del sábado Abril llegó en compañía de algunos de sus compañeros en un taxi por mí a mi casa y fui con ellos al famoso lugar que por cierto era muy bonito por fuera.

Al llegar ahí permanecimos unos minutos afuera hasta que por alguna extraña razón nos dejaron entrar aún sabiendo a simple vista que eramos menores de edad, el lugar era demasiado bonito por dentro, había muchas luces, tres niveles con varias mesas disponibles y otras tantas ocupadas, gente bailando por todos lados, música bastante alta y barras de tragos a lo largo del lugar, en general todo se veía bastante lujoso, procedimos entonces a buscar una mesa disponible para sentarnos e ir por algo de tomar y así comenzó una noche que después se volvería inesperada y un tanto caótica para mí.

Al estar dentro podía observar a diversas personas besándose sin importarles nada en diferentes puntos del lugar lo cuál me confirmaba porqué sólo personas mayores de edad podían tener acceso, al ir por un refresco para tomar verifique yo misma que lo sirvieran frente a mí ya que sabía que en esos lugares gente malvada podría echarte sustancias raras a tu bebida para drogarte y era lo que menos quería que me pasará ésa noche, por su parte Abril tampoco tomaba alcohol ó por lo menos yo jamás la había visto tomar alcohol pero justo ésa noche por la insistencia de sus compañeros quiso probarlo por más que le suplique que no lo hiciera, estando dentro del lugar al pedir un trago en la barra se verificaba que fueras mayor de edad con una identificación si es que no lo parecias para poder servirte el vaso de alcohol pero aún con esa restricción y sin saber cómo, los amigos de Abril lograron conseguirlo de forma ilegal y fue así cómo comenzaron a consumirlo, mientras yo tomaba mi refresco Abril bailaba con alguno de sus compañeros y yo me mantenía muy alerta con ella ya que al sentir los estragos del alcohol podría ya no estar en sus cinco sentidos en cualquier momento y yo debería de cuidarla ahora.

Después de estar un rato en el lugar los compañeros de Abril comenzaron a jugar con una botella y todo con el fin de obtener besos de sus acompañantes a lo cuál yo no accedí, Abril si quiso jugar con ellos y yo decidí ir entonces al sanitario en lo que jugaban, al llegar a los sanitarios pude notar que no existía la típica fila eterna para entrar lo cuál me sorprendió bastante además de que el lugar contaba con suficientes sanitarios en diferentes puntos del establecimiento, los sanitarios se encontraban bastantes limpios y éso era de sorprenderse tratándose del lugar en el que me encontraba, al estar en éste club nocturno pude notar que pertenecía a alguien con mucho dinero por sus instalaciones bastante lujosas lo cuál lo convertía en el lugar número uno para divertirse por las noches, procedí entonces a lavarme la cara ya que me sentía un poco cansada pero sabía que no debía dejar a Abril allá afuera sola a merced de otras personas con quién sabe que intenciones así que intenté despertar un poco con el agua en mi rostro.

Un Amor Imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora