Un Amor Imposible

La última noche

Ése mismo día por la tarde al llegar a casa, Lucía logró mandarme un mensaje de texto en el cuál me informaba que Regina ya había logrado despertar del todo, que se encontraba estable y que seguramente sólo tendría que estar unas semanas más en el hospital para posteriormente continuar su proceso de rehabilitación en casa, algo que me hizo sentir realmente feliz por ella aunque sabía ya no podría estar más involucrada en dicho proceso así que no tuve otra opción más que resignarme a dicha idea para entonces tratar de continuar con mi vida, por otro lado las semanas se fueron pasando tan rápido debido a todo lo ocurrido con Regina que ni yo misma logré darme cuenta que mi cumpleaños estaba cerca, la realidad fue que ya no tenía noción del día en que vivía que está fecha realmente me tomó por sorpresa así que sin saber cómo Verónica y mis papás lograron ponerse de acuerdo para organizar una fiesta de cumpleaños en su club así que esa tarde después de tanta insistencia por parte de ella en querer salir a algún lugar, terminamos llegando a dicho club en el cuál ya se encontraban esperándome varios de mis amigos de la escuela y alguno que otro familiar para la celebración, realmente fue una noche inolvidable para mí, baile, reí, comí, lloré y disfrute de todo cómo no tienes idea alguna, logré olvidarme por un momento de todo aquéllo que tenía en mente para entonces disfrutar de una gran fiesta de cumpleaños aunque para serte sincera hubiera preferido pasar dicho día solamente en compañía de Verónica a pesar de saber lo que inevitablemente tendría que suceder en cualquier momento.

Había olvidado por completo el día en que vivía que ver tanta insistencia por parte de Verónica en querer salir a algún lugar no me pareció en lo absoluto extraño, dicha tarde me encontraba en su departamento haciendo algunos deberes de la escuela que sinceramente no tenía ganas de hacer nada, más que estar cerca de ella, pasar tiempo juntas y porqué no, hablar un poco, algo que habíamos dejado de hacer con el paso del tiempo y lo cuál disfrutábamos mucho hacer, trataba de mostrarme normal estando con ella, sin muchas preocupaciones a pesar de tener tantas cosas en la cabeza aunque quizás nunca logré hacerlo del todo bien al verme un tanto distraída y pensativa por momentos, aún así, con todo y eso seguía procurando pasar momentos Inolvidables con ella, algo que se nos daba bastante bien hacer, en verdad la pasábamos tan bien juntas, cómo dos simples amigas que quizás así debía de haber sido todo desde un principio, nada cambiaba cuándo estábamos juntas, reíamos, jugábamos, cantábamos, bailabamos y hablábamos cómo si todo siguiera estando igual entre las dos, tanto que todo aquéllo complicaba aún más las cosas para mí estando en mi posición.

Pero bueno, volviendo al tema de la fiesta, ésta duró varias horas así que para cuándo todo logró terminar ya todos se habían ido a casa, todos, incluso mis papás quiénes habían preferido irse temprano para dejarme disfrutar de dicha fiesta en compañía de mis amigos, algo que claramente fue así, estaba cumpliendo 18 años así que la fiesta terminó realmente tarde, menos mal que era fin de semana ya que eso me dio la opción de decidir pedirles permiso a mis papás para poder quedarme en casa de Verónica, petición que sabía era un tanto arriesgada de expresar ante ellos aunque después de varios minutos de haberlo pensado bien, no dudaron en darme el permiso, quizás porqué ya llevaban tiempo conociéndola, lo cuál les daba un poco más de confianza así que esa noche después de haber salido de dicho lugar, llegamos a su departamento para entonces intentar hablar un poco, lo que realmente fue imposible hacer por una u otra cosa.

V - ¿Quieres algo de tomar? - Preguntó dejando sus llaves sobre la mesa al lado de la puerta.

E - No, así estoy bien, gracias. - Dije tomando asiento.

V - ¿Te gustó la fiesta?

E - Si, no esperaba para nada una sorpresa así ... De hecho, ni yo misma me acordaba de que era mi cumpleaños.