Te perdono

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Al llegar al taller ése día todos mis compañeros ya estaban adentro del salón ya que Alejandro había abierto el taller por última vez y ése día iba a despedirse del grupo para dar lugar al regresó de Regina.

Al llegar al salón Alejandro estaba terminando de anunciar el regreso de Regina al taller y pude notar la alegría de mis compañeros al saber eso:

A - Buenas tardes jóvenes, el día que hoy quisiera comenzar agradeciendoles todo éste tiempo que me recibieron cómo su profesor de taller, gracias por darme la oportunidad de haberlos conocido un poco más éste tiempo, lamentablemente todas las cosas llegan a su final pero para dar pasó a cosas mejores, a lo que quiero llegar es que mi tiempo cómo profesor de ustedes de taller ha terminado el día de hoy pero sé que ésta noticia también les traerá mucha alegría, me gustaría pedirles que por favor recibamos con un fuerte aplauso a la profesora Regina quién hoy nuevamente vuelve a integrarse a la escuela y a éste taller.

Al entrar al salón comenzaron los aplausos y pude notar la alegría que le daba a Regina volver a ver a sus alumnos, llegué yo hasta mi lugar y ella siguió caminando hasta el escritorio en dónde se encontraba Alejandro y al llegar dio unas palabras.

R - Muchas gracias a todos por éste recibimiento, no saben el gusto que me da volver a verlos, cómo ya les comentó el prefecto Alejandro el día de hoy él vuelve a su área normal y se despide del taller como profesor, voy a dar unos minutos para que quién quiera despedirse de él pueda hacerlo y después procederemos a comenzar la clase.

En ése momento Regina le agradeció a Alejandro por el apoyo que le había dado éste tiempo en el taller y después uno a uno se acercó a él para despedirse, después de eso Alejandro se retiró a su oficina y Regina comenzó la clase preguntando cuántos habían estudiado el documento que nos había mandado a nuestro correo.

La clase siguió y estar con Regina ésas horas en el taller me hacían sentir cómo si el tiempo no hubiera pasado, cómo si nada hubiera cambiado entre nosotras aunque de éso aún no tenía la certeza.

Al terminar la clase me acerqué a ella con la intención de platicar un poco pero a los pocos minutos llegó Fernanda al salón preguntando si podía pasar, Regina me miró y pude notar un poco de temor en su mirada pero a la vez también valor ... ¿Qué era aquéllo que Regina tenía que afrontar con Fernanda que la ponía tan mal? ... Supe entonces que tenía que irme y dejarlas a solas para hablar aunque también Regina me lo había pedido de favor así que no tenía otra opción.

E - ¿Vas a estar bien?

R - Voy a estar bien Emma, no te preocupes, necesito hacer esto de una vez. - Dijo esto mirándome e intentando disimular el temor que sentía en ése momento.

E - Bueno, entonces me voy. - Me despedí de ella y procedí a salir del salón mientras Fernanda entraba, cruzamos unas miradas pero no nos dijimos nada ya que con ésas miradas entendimos todo, seguíamos sin agradarnos y éso que aún no sabía lo que había pasado entre ellas que había lastimado tanto a Regina.

Al salir e ir por el pasillo pude ver por la ventanas a Regina, por fuera se veía imponente y cómo si nada le pudiera hacer daño aunque sabía que por dentro era muy frágil y que en cualquier momento podía desmoronarse pero eso yo no lo permitiría, tenía la confianza de que sería fuerte y sea lo que sea que pasará en ése momento, ella estaría bien.

Ése día decidí ir a comer con Abril, ya no pasábamos tanto tiempo juntas como antes ya que cada quién a veces tenía cosas diferentes que hacer pero eso no quitaba que siguieramos siendo las mejores amigas, terminamos de comer y Abril tuvo que irse ya que tenía un trabajo pendiente que terminar con unos de sus compañeros, al quedarme sola decidí entonces subir al edificio en dónde se encontraba mi siguiente clase y esperar a que terminará la hora de la comida.

Un Amor Imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora