Desde muy temprano en la mañana, en el cuartel del este, no se dejaba de hablar sobre la gran pelea que tendría lugar al medio día.
-Escuche que se enfrentan la alquimista de acero y el alquimista de la flama ¡Esa pelea va a estar de lujo!.- le dijo emocionado a su compañero uno de los militares que estaba cuidando de la puerta principal.
-Se dice que la alquimista de acero es muy astuta como un zorro y ágil como una liebre ¡Hay quienes dicen que es tan ruda como para enfrentarse contra todo un grupo de bandidos ella sola!.- al no pasar nada fuera de lo normal estaba muy aburrido así que le siguió el juego a su compañero.
-¿Es la chica que logro gobernar Youswell a los 12 años?.- uno de sus compañeros que iba pasando por ahí escucho su conversación y se acercó a ellos para escuchar el chisme.
-Si, esa misma... Y también me entere que ella se atrevió a ponerle una arma al cuello al Fuhrer.
-¡Enserio!.- contesto el recién llegado.- Se las va a ver negras el Coronel Mustang, esa chica no parece tener límites, mira que ponerle un arma a la mayor figura política de este país.
-Pero el Coronel Mustang no es un hueso fácil de roer. Él es un héroe en Ishibal.- dijo el recién llegado.- Quienes lo vieron en el campo de batalla dicen que era una verdadera arma humana.
-¡Woaaah! ¡Ya quiero verlos pelear! ¡Será la pelea del añooo!.- contesto el primer guardia.
Después de un buen desayuno, Edythe se dispuso a arreglarse para su batalla, con su habitual ropa negra y su abrigo color rojo. Su hermana menor Alice la veía desde un rincón del cuarto.
-Te ves muy entusiasmada.- le dijo Alice contenta, era bueno ver a su hermana con esa actitud.
-¡Quien no lo estaría! Voy a pelear contra Mustang, ¡al fin me dará el respeto que me merezco una vez que le patee el trasero!.- dijo mientras daba vueltas frente al espejo para ver que todo estuviera bien y al ver su reflejo en el cristal puso su mano como sí fuera un arma.
-Si estás tan entusiasmada, de seguro tienes una estrategia...
-Aaaah... Sobre eso...- la sonrisa de felicidad de Edythe se desvaneció.
-¿No tienes una verdad?.- sabía que su hermana era imprudente, tenía fe en que por primera vez y debido a las circunstancias, pensara en algo.
-Te digo la verdad... No.- se encogió de hombros.
-¿Y qué piensas hacer?
-Ya vere que hago durante la pelea.- termino de arreglarse y tomo sus cosas.- vamos, no quiero llegar tarde.
En el cuartel, Roy estaba haciendo algunos papeleos. Su amigo el Teniente Coronel Maes Hughes estaba ayudandolo a terminarlos para antes del medio día.
-Te ves algo feliz ¿Es por tu pelea contra Edy?.- Maes sabía que la joven y Roy no tenían una buena relación, pero era porque ambos eran muy competitivos, casi siempre en los exámenes anuales, su diferencia era muy poca y siempre compartían el primer puesto en la tabla general.
-A decir verdad, no me siento muy a gusto peleando contra esa chiquilla, pero no me deja más opción.- soltó un suspiro cansado pero se podía distinguir qué no era del todo cansado, se puso de pie y ambos salieron de la oficina en dirección al área de entrenamiento, donde sería la exhibición.
-No te veía tan entusiasmado desde que...- Maes guardo silencio, no quería tocar algo sensible.
-¿Desde cuando?
-Desde que ella murió...
Roy recordó a la mujer que le había acompañado en muchos momentos y que había sido separado de ella por una estúpida guerra.
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The Alchemist (En Edición)
Fiksi Penggemar¡Una versión Genderbend de Fullmetal Alchemist! Un tierno deseo... - Me gustaría volver a ver la sonrisa de mamá. Un inocente secreto... - ¿Qué le diremos a mamá cuando despierte? - ¿Qué le diremos? Umm, ¡¡pues eso está claro, Que no le diga a nuest...