Capítulo 2: Primera Misión

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Resembool, es un pueblo pequeño ajeno al ajetreo que era normal en las grandes ciudades, rodeado de campos verdes. Muy temprano por la mañana sonó un teléfono en una casa que se encontraba encima de una pequeña loma.

-Buenas, Protesis Rockbell.- quien había contestado el teléfono era un chico de 12 años. Tenía el cabello rubio peinado en una cola de caballo, mechones largos de cabello flanqueaban su rostro de bonitos rasgos. Lo que más llamaba la atención eran sus ojos del color semejante al cielo, era William Rockbell, amigo de la infancia de Edy y Aly.- oh si, ella vive aquí un momento porfavor.

Salió corriendo en dirección a las escaleras pero se paro en seco al ver a la recién levantada y de cabello alborotado de Edythe.

-Oh al fin te amaneció...- dijo en un gesto juguetón y le alboroto aún más el cabello.

-¿Que paso?, Escuche que sonó el teléfono y venía a contestar, pero como tú contestaste preferí irme a echar a dormir otra vez. Si no es nada... Hasta al ratito.- le dijo volviendo a subir las escaleras para irse a dormir.

-¡Eeeey! ¡Pero si es a ti a quien buscan!.- la sostuvo de la blusa.

-Aaaah, está bien ahí voy.- dijo perezosamente mientras se dirigía al teléfono y contestaba.- ¿Diga?

-Hola acero, ha llegado tu primera misión directamente de central.- Edythe reconoció esa voz enseguida: era del Coronel Roy Mustang, chasqueo la lengua con fastidio al escucharlo.- Para probar si es cierto que servirás como infiltrada, tendrás que hacerte pasar por una civil en un pueblo llamado Youshwell dónde hay reportes de que el gobernador es un corrupto, pero toda la gente que hemos enviado ninguno reporta que haya problemas así que tendrás que ir y corroborarlo.

-Esta bien, ¿cuando me tengo que ir?.- se frotó los ojos y asintió con la cabeza.

-Lo más pronto posible.- le ordenó.

-Ok, iré hoy mismo.- dijo colgando el teléfono.

Cuando se dio la vuelta vio a William con un rostro preocupado.

-¡Oye! ¿Que pasa?¿Porque pones esa cara?.- le dio un pequeño puñetazo en el hombro.

-¿No es muy arriesgada esa misión?, Preferiría que no te expongas mucho.- le dijo mientras intentaba tomarla del brazo con delicadeza, su forma de mirarla demostraba la preocupación que sentía por ella. Realmente Edythe tenía miedo, pero no quería que nadie se preocupara por ella, así que trato de ignorar al chico y sonrió de oreja a oreja.

-Jejeje, no seas así pareces una niña.- dijo mientras le daba de golpecitos en el hombro.- además mientras estoy lejos puedes hacer algo por esos músculos desinflados que tienes.

-Ooh tienes razón... Y tal vez tú puedas hacer algo para que puedas crecer un poco más, ¿No lo crees Edy?.- le contesto con una sonrisa macabra.

-¡¡Q-q-que me dijiste!! ¡Cuerpo de perro callejero!.- grito.

-¡Lo que escuchaste, Frijolito!

-¡Palo de escoba!

-¡Pulga!

-¡Músculos desinflados!

-¡Microbio!

-Ya, ya calmense ustedes dos y vengan a comer.- les dijo alegremente Pinako Rockbell, abuelita de William. Era ligeramente (pero muy ligeramente) más bajita que Edythe, tenía el pelo blanco con un extraño peinado que parecía una antena.- ¿Quien era el que llamo?

-Es del cuartel, me han dado mi primera misión.- dijo Edythe después de soltar a William del pelo.

-Oh, ya veo....- la sonrisa de Pinako desapareció enseguida y fue reemplazada por una mirada preocupada.

The Alchemist (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora