V

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El amanecer había llegado, los rayos del sol impactaban en el rostro del joven Hideo, así que se levantó. Tenía muchas tareas que hacer, como todos los días.

Salió al patio central de la caza, el cuál tenía un enorme árbol de cerezo en el centro; algo que fascinaba al chico, era hermoso a su mirar, pero también dejaba mucha basura, aquellos pétalos que caían eran una labor ardua para el chico. Tomo su escoba y comenzó a barrer.

Summer don't now me no more
Eager man, that's all
Summer don't know me
He just let me loathe in myself
Cause I do know, Lord
From you that
Just died, yeah

Comezó a entonar el joven, si algo le encantaba hacer era cantar debajo de aquel árbol. Se la hacía relajante y sentía que el árbol lo escuchaba.

I saw that day
Lost my mind
Lord, I'm fine
Maybe in time you'll want to be mine

Con cada lírica que salía de su boca, el joven sentía una pequeña punzada en el corazón. Algo que ni siquiera el entendía.

Don't stop the buck, when it comes
It's the dawn, you'll see
Money won't get there
Ten years passed tonight, you'll flee
If you do that
I'll be some
To find you

Todo aquello salía de lo más profundo de su pecho, esas palabras sonaban muy conocidas para él, pero a la vez muy distantes. No comprendía lo que le ocurría y comenzó a sentir como sus mejillas se encontraban humedas, al parecer había comenzado a llorar sin razón.

I saw that day
Lost my mind
Lord, I'm fine
Maybe in time you'll want to be mine

Pero aun así no detuvo su canción, sentía y necesitaba terminarla. Algo en el se lo pedía.

Maybe in time you'll want to be mine
Maybe in time you'll want to be mine

Y ahí paró, y con eso su llanto inexplicable. No había comprendido nada de lo que había ocurrido, pero sin darse cuenta había también terminado su tarea; así que se dispuso a seguir con las otras.

◇◇◇


Nicalls había tenido un día ocupado y anhelaba el momento de regresar a que la casa de mujeres en busca de su ángel de cabello azul y ojos negros como el carbón. Observó su reloj, marcaba las seis pm. Así que se dispuso a salir por su hermosura.

Decidió ir a pie y sin compañía, ese día quería que fuera una velada para ambos. Quería llegar a conocerla y que ella lo conociera a él, así que fue lo más presentable posible.

No conocía el camino pero sentía que con su instinto y con lo poco que había visto del pueblo, lograría dar con él lugar.

Vago por unas horas, y se encontró con una mujer; vestía igual que aquella chica que había cautivado su corazón.

-Parece que te encuentras perdido- Se acercó la mujer.

-Si, solo vine de paseo- Le aclaro a la mujer -¿Sabes dónde se encuentra la casa Kawanoya?- Preguntó, pero se percató que aquella mujer lo comprendía y se le hizo algo muy extraño.

𝕲𝖊𝖎𝖘𝖍𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora