TaeHyung me está llevando algún lugar, estuve llorando en su pecho por más de media hora, tanto que empache su camiseta. Me aferro más a su cintura y apoyo mi cabeza en su espalda dejando otra lágrima caer, estoy tan triste y deprimida que apenas puedo caminar.
No sé a dónde vamos pero no quiero preguntar, solo quiero huir de esta horrible realidad, huir de todos mis problemas que me atormentan día y noche, he dejado de pensar en los errores que he cometido en el pasado, imágenes que vienen a mi mente una tras otra haciéndome sentir peor.
Agradezco a Dios porque TaeHyung está a mi lado, no sé dónde estaría en este instante, probablemente en algún lugar muriéndome sola, soy tan patética y cobarde que prefiero huir y llorar por mis problemas en vez de encontrar una solución.
-Llegamos- dice TaeHyung sacándome de mis pensamientos.
Bajo de la motocicleta y observo un inmenso edificio con millones de ventanas.
-¿Dónde estamos?-
Toma mi mano y me guía hacia dentro.
-Aquí vive Suga-
-¿Y qué hacemos aquí?-
-Pues te llevaría a mi casa pero tendré que inventarle una larga historia a mi madre de porque tu mejilla esta hinchada y porque lloras y todo eso, y no creo que le quieras contar ¿O si?-
Niego rápidamente.
-No quiero que nadie más lo sepa, que quede entre nosotros-
Aprieto más su mano cuando subimos al ascensor y el asiente en respuesta. Llegamos al piso correspondiente y llama a una de tantas puertas, cuando esta abre y Suga me mira abre los ojos de par en par, deseo que la tierra de abra y me trague en este instante, debo estar echa un desastre. TaeHyung le susurra algo al oído y el asiente.
-Pasen, deben tener frio-
TaeHyung tira de mi hacia dentro, observo el lugar es cualquier típico apartamento de un chico soltero, desordenado. Me siento en el sofá y ellos van hablar en la cocina, no me importa en este instante.
Cuando mis lágrimas de calman, seco mis mejillas con la manga de mi buzo y la derecha duele insoportablemente, comprendo que fue la que mi madre golpeo, está bastante enojada y ebria pero le he dicho miles de veces que no es mi culpa pero a veces me hace sentir que es así.
TaeHyung regresa y se sienta en la pequeña mesa enfrente de mí, coloca un mechón de cabello detrás de mí oreja y coloca algo sobre mi mejilla, es frio y me olvido del dolor, cierro los ojos. A medida que el frio recorre mi rostro me relajo por completo.
El sonido de un objeto cayéndose me despierta de golpe, estoy en el sofá con una manta encima de mí.
-¡Imbécil!-
-¡No lo vi!- distingo la voz de TaeHyung y unas cuantas carcajadas.
-¡Eres ciego o que!-
-Shh, vas a despertar a______-
Restriego mis parpados y estos arden.
-¡Ups! Ya es tarde-
Los observo a ambos en la sala. TaeHyung le da un golpe a Suga en su cabeza.
-Tonto- este se queja.
-¡Quieres morir!-
Sonrió débilmente porque parecen dos niños pequeños, TaeHyung se acerca a mí.
-¿Estas mejor?-
-Eso creo-
Llevo mi mano a mi mejilla y esta sigue fría, observo la bolsa de hielo en el sofá justo donde yo estaba dormida.
-Gracias- pronuncio bajando la mirada.
-Iré por algo de comer- dice Suga tomando un abrigo.
-Ya era hora-
-¡Cállate!-
TaeHyung rie cuando Suga sale del apartamento.
-Quiero ir al baño- digo sorbiendo por la nariz.
-Por aquí-
Toma mi mano y me conduce más adentro del lugar. Me señala una puerta y entro colocándole seguro. Me miro en el espejo y mi cabello esta desordenado, mis ojos rojos y mi mejilla esta normal, no quedo algún rojo o moretón como siempre.
Respiro aliviada y me lavo el rostro y recojo todo mi cabello en un moño alto, salgo de allí y miro hacia todos lados, esta algo oscuro.
