Viernes por la mañana me levanto como todos los días a las siete, apago la alarma y acaricio el pecho de Taehyung.
-Tae…-
-¿Mmm…?-
-Ya es hora que te levantes-
-Mmm, cinco minutos más-
Me abraza.
-Llegaras tarde al trabajo-
-En unos minutos me…levanto…-
Me acomodo más en su pecho.
-De acuerdo-
Cierro los ojos respirando su aroma y en cuestión de segundos me quedo dormida. Cuando entre sueños recuerdo que Taehyung tiene que levantarse abro los ojos de golpe encontrándome sola en la cama, miro la hora y son las siete y media.
Me levanto de la cama tomando una de las camisas de Taehyung para cubrir mi cuerpo desnudo y Salí a investigar mi apartamento.
Encontré a Taehyung en la cocina terminándose de comer un sándwich, apenas me vio sonrió.
-Ya te he dicho lo sexy que te ves con mi suéter-
Rio acercándome a él.
-Tal vez- enrollo mis brazos en su cuello –Pero parezco un espantapájaros-
Ríe y besa la punta de mi nariz.
-Eres hermosa- se inclina para besar mis labios. –Sabes que día es mañana-
Asiento, lo beso de nuevo, amo sus labios y que idea mejor que empezar el día con un gran beso del hombre que amo.
-Tengo que irme, volveré muy tarde en la noche así que no me esperes despierta-
-Está bien- respiro.
-Hasta luego preciosa-
Se separa de mí y va a la sala tomando su bolso.
-Cuídate guapo-
-Lo hare- me giña el ojo y sale del apartamento.
Me preparo una taza de chocolate con malvaviscos y me siento en el sofá, mañana cumplo 7 meses de noviazgo con Tae, quien se imaginaria que semejante hombre se fijaría en alguien como yo. El tiempo ha pasado tan rápido que no me di cuenta en que momento me volví una chica fuerte y llena de vida, totalmente diferente a como era antes, conocer a Taehyung cambio mi vida.
Espabile varias veces para volver al mundo real, mire el reloj y marcaban las ocho. Me levante de mi puesto y fui a ducharme y a cambiarme. Me coloque unos jeans de cuero negro, una blusa holgada sin mangas con flores blancas dibujadas, converse blancos y mi cabello suelto, tomo mi mochila y salgo de mi apartamento.
Al apretar el botón para entrar al elevador este se abre inmediatamente dejándome a ver a Suga dormido de pie.
-Eh…¿Suga?-
Toco su pecho con mi dedo índice y este se va hacia atrás.
-¡Hay por dios!- lo halo del brazo. –Suga-
-¿Eh?- abre los ojos.
-¿Tuviste turno de amanecida o qué?-
-Más o menos-
-Déjame ayudarte-
Tomo su brazo y lo ayudo a caminar apoyando su peso en mí, busco en su bolso la llave y abro su apartamento, lo llevo a su habitación como puedo y lo tiro en la cama, le saco los zapatos y lo cubro con la sabana.
-Ahora duerme-
-Gra…ci…as…- dice entre sueños.
-De nada, descansa-
Salgo de su apartamento cerrando bien la puerta y tomo el elevador. Acaricio mi pobre hombro, sí que pesan esos huesos que tiene, quien lo ve tan delgado.
Tomo un taxi y le indico el camino.
*Ya llegaste grandulón* le envió un mensaje a Taehyung.
*Hace media hora cenicienta*
Me echo a reír cuando leo el apodo que me puso hace meses, como la primera vez que nos vimos yo hui de el sin dejar por lo menos mi número de teléfono, pero la “Zapatilla” fue mi anuncio buscando un profesor de piano y allí me encontró.
*¿Sigues allí?*
*Sí, estoy por llegar a la universidad*
*Come bien y se buena*
*Lo hare T.A*
*T.A*
Suspiro enamorada profundamente hasta los huesos y cada centímetro de mí ser. Llego a mi destino y pago la carrera, enchancho mi mochila en mi hombro y camino hacia la universidad.
Al acercarme al salón veo a Alex coqueteando con una chica, cuento con suerte que antes de acercarme a ellos la chica ya se ha ido.
