Estuve tres segundos cegado por la luz que me iluminó hasta que por fin fui capaz de ver nítidamente lo que había a mi alrededor. Esa sensación de mareo y confusión ya conocido me embargó al no reconocer en primera instancia dónde me encontraba, pudiendo calmarme una vez que recordé lo acontecido: Cristián acababa de enviarme de regreso a mi tiempo y, a juzgar por dónde me encontraba, resultó.
Miré a mi alrededor, era el mismo lugar donde vi por primera vez la máquina del tiempo, pero ya no estaba aquí, me encontraba yo solo en medio de los árboles que bordean la propiedad de mis padres, oculto tras los rosales y arbustos que el jardinero se encarga de mantener. Busqué a lo lejos algún rastro de las grandes edificaciones del futuro, aquella nube de contaminación que Kemi llamaba smog, algún sonido que me haga pensar en los autos cuyos motores llenaban tus oídos en Santiago. Mas, no importó cuánto intenté agudizar mi vista y oído, no se veían edificios de más de dos pisos, el cielo estaba perfectamente celeste y los únicos sonidos del ambiente eran los pájaros e insectos buscando alguna flor que polinizar. De pronto aquella calma que tanto anhelé se tornó aburrida, como si el mundo se hubiese apagado después de estar sobre excitado. Es como si acabara de despertar de un largo sueño.
—¡Jorge! —escuché una voz llamarme. Al asomarme por sobre los rosales divisé a mamá gritando mi nombre desde la puerta de la casa. Casi corriendo me acerqué a ella y la envolví en mis brazos, era un alivio volver a abrazarla luego de haberla extrañado tanto y sentido la falta de su cariño y consejo—. ¿Pasa algo? —Preguntó confundida una vez que la solté y entonces comprendí a qué se refería. Yo estuve ausente un par de semanas, pero ese tiempo para ella no fueron más que unos minutos, no había razón para que actuara de ese modo, al menos no para ella.
—No. ¿Necesita algo, madre?
—Llevo rato buscándote ¿dónde estabas?
—Por ahí... me quedé dormido.
"Si tan solo supiera dónde estuve realmente, pensará que lo soñé todo durante la siesta o me creerá loco" pensé en mis adentros mientras la escuchaba quejarse de mi ausencia habiendo llegado ya Elena y sus padres para formalizar nuestro compromiso. Al reunirme con ellos y volver a ver a Elena frente a mí no pude evitar recordar a Kemi y lo diferente que era de mi prometida, una joven fina, muy femenina, recatada hasta tal punto de ser algo fría y de carácter serio, cuyas sonrisas estaban muy limitadas para ocasiones excepcionalmente especiales. Sin haberme casado aún, sabía que por siempre extrañaría el carácter relajado y espontáneo de Kemi, incluso sus enojos que en su momento causaron cierto temor en mí.
La tarde pasó rápidamente en una conversación en la que solo intervenían mis padres y mis futuros suegros, hablando sobre la familia, temas de actualidad y posteriormente los planes de nuestra boda a realizarse el mes siguiente en octubre, con la primavera ya instalada y mejor clima para la celebración. Mientras yo miraba a Elena sin convencerme aún de que tendría que pasar el resto de mi vida con su compañía, despertando cada mañana a su lado, trabajando para mantenerla a ella y nuestros hijos que, esperaba, tuvieran un carácter más suelto que ella. Si tan solo pudiera elegir en qué época nacer para coincidir con Kemi o tan siquiera con quién casarme para hacerlo con alguien diferente.
Una vez que estuve a solas en mi dormitorio, después de recorrer mi hogar reconociendo el lugar, comencé a comparar mi época con el futuro. Se estaba haciendo tarde, ya pronto anochecería y la oscuridad empezaba a llegar a casi todos los rincones y ya tenía claro que sin importar cuántas velas encendiera, mis noches nunca serían tan iluminadas como lo eran en casa de Kemi, donde presionando un botón la sala parecía volver a estar de día. Pensé en lo fácil que era la vida allá con todos los avances tecnológicos que no logré comprender del todo y el contraste que hacía la precariedad de mi época.
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Inolvidable
Teen FictionLuego de la muerte de su madre, Kemi pasa los días de forma rutinaria, estudiando y trabajando en una estresante zapatería para ayudar en la casa, sintiendo el peso de la soledad debido al trabajo como científico de su padre, el cual lo mantiene ocu...