Una visita insesperada

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Triana

Cada mañana como de costumbre desde aquel primer día en la guarida he podido pasar mas tiempo en mi lugar favorito, la vista mañanera y el clima es perfecto en esta época. Me siento tan libre que aveces es difícil de creer que en verdad salimos del internado.

Ahora que me pongo a pensar un poco debería ponerle un nombre especial a este lugar que no sea un simple edificio abandonado, podría ser algo como la cima o...madriguera o tal vez algo como el escondite.

Me distraigo de mis pensamientos al escuchar alguien acercarse de nuevo, la unica persona posible que conoce este privado lugar.

-Se puede?

-No te acostumbres, adelante-digo en tono bromista.

-Podría acostumbrarme a esto definitivamente

Tras pasar un silencio incomodo Alex saco el tema como era de esperarse, su curiosidad aveces puede pasar un limite enorme pero supongo que eso es bueno.

-Te pregunto algo?

Asentí con la cabeza.

-Puedes contarme acerca de tu familia?

Su pregunta me cayo como una cubeta de agua helada, desde que llegamos no me había puesto a pensar un solo segundo en mi madre o mi padre algo que para mi era normal porque...quien en este mundo quisiera recordar a las personas o los momentos que la han atormentado durante años. Me limite a echar una mirada a Alex, eso basto para que entendiera que no quería hablar nada de eso. El pasado es una dimensión donde siempre quiero que permanezcan esos recuerdos.

-Mejor cuéntame de ti

-Mi madre es psicóloga y mi padre agente de ventas, no hay mucho que contar realmente, apenas los conocí

-Cuéntame como te llevaron al internado...

Alex dio un fuerte suspiro y comenzó su historia lentamente, cada detalle era bastante doloroso tan solo éramos niños y gracias a esto fuimos condenados a un tormento total.

-Luego un día al llegar de la escuela simplemente me dieron mis maletas subí al auto y me dejaron en la entrada del internado

-Pero siempre estabas tan alegre

-Al mal tiempo buena cara Tri-Alex miro al horizonte con una sonrisa de oreja a oreja.

Y así se nos paso toda la mañana, contando y platicando las experiencias que vivimos durante la infancia, hacia mucho tiempo no me divertía tanto y lo que comenzó con un compañerismo se volvió una amistad que quería conservar para siempre.

-Es demasiado gracioso el hecho de que no nos conocíamos en absoluto y hemos pasado prácticamente la vida juntos- solté una carcajada.

-Bien bien, ahora dime quien fue tu primer amor

-Definitivamente creo que fue un panadero que estaba cerca de casa, era un chico de unos 20 años y todos los días durante un año le pedía a mi mama el mismo pan con tal de que fuéramos a verlo-reí al acordarme.

Ambos reímos con mi gran hazaña y fue turno de Alex.

-No se si debería decir el mío, porque me ha gustado la misma persona desde que era un niño

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