Capítulo 10 Flor atentada

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Al rededor de las 6 de la tarde, el Sol aún continuaba brillando y brindando la poca calidez que las nubes le permitían. Puede que no era tan cálido, pero los colores que ofrecía lo eran, haciendo de las habitaciones con grandes ventanas llenarse de un color anaranjado, una luz natural y apacible, contrastando con los colores marrones de la biblioteca.

Uno de los dos chicos presentes en el lugar, movía y acomodaba libro por libro, sintiendo impaciencia cada vez que sacaba uno del lugar y notaba que no era el que quería. Ya llevaba cerca de 2 horas buscando y no encontraba el libro, aunque debía admitir que se distraía un poco cuando encontraba otro que llamaba su atención, colocándole en la pila de la mesa, donde estaba su "compañero" descansando y leyendo un libro que había tomado desde que se dio cuenta de que la búsqueda de Mello iba para largo.

— Comienzo a pensar que Roger mentía —Soltó después de un suspiro, mirando enfadado a la gran cantidad de libros frente a él, como si fuese culpa de ellos.

— Tal vez no ha revisado la biblioteca en mucho tiempo, y ya no está — Apartando la vista de su lectura. 

— O el viejo lo ha escondido, ¡qué rabia! 

Near estaba por mencionarle nuevamente que él podría ayudarle, pero Mello se había negado a decirle lo que buscaba desde el principio, insistiendo en que sería una sorpresa, y bueno, a él se le veía emocionado entonces, por eso decidió respetar lo que quería.

 — Mello  — Llamó con toda calma.

 — ¿Qué pasa?  — Cuestiona sin voltear a verle.

 — Descansa un poco, siéntate aquí conmigo

Lo pensó realmente, porque quería seguir buscando, pero ya se había fastidiado. Ya más cerca de él, tomó una silla y se sentó a su lado, compartiendo una fugaz sonrisa a la par. Aunque Mello después de ese gesto, regresó a esa leve expresión de molestia. El menor alzó su mano, picando el entrecejo del mayor, como si le dijera de esa forma que dejara de estar molesto sin más, o bien, sólo vacilar su expresión.

— Ten paciencia

— Eso es lo que más me falta —Apoya su brazo en la mesa, y su mano sosteniendo su mejilla. Se quedó en silencio y luego pasó su mano por el blanco cabello del contrario, des-ordenándolo un poco. El malestar se estaba pasando y las repentinas muestras de afecto eran señales de ello.  —   ¿También ya tienes tu colección? — Señalando los libros que Near tenía ya apartados. El menor asintió. Mello miraba fijamente los libros, sintiendo que realmente algo no cuadraba.— ¿Me...prestas el segundo?

— Claro... — El tono en que Mello había hablado le dio algo de curiosidad, pasando el libro que él pedía.

Mello lo tomó, sin querer evidenciar la prisa por tomarlo y ver la pasta, abriéndolo y revisando el autor (que en realidad no estaba escrito), las notas y todo en general, sonriendo de lado, porque estaba feliz, pero también algo molesto por haber tardado tanto cuando en realidad Near lo tenía ahí.

— ¡Es éste! Demonios, por eso no lo encontraba — Se acomodó, tirando de su asiento para acercarse más a Near y enseñarle el libro con la nueva perspectiva.— Roger me habló sobre este libro, y que en realidad lo escribió L  — Era evidente que Mello había bajado el tono de voz al decir de quién venía el libro, y podía entender porqué.

— ¿De L? — No había revisado completamente el libro, pero sí había notado ciertas particularidades, como el hecho de que parecía más un diario o reporte que los libros que usualmente se encontraban ahí, y que, no tenía nombre del autor; ahora veía porqué.— Debo suponer que nadie más lo sabe...

Conceptos del amor: CAMELIA [Mello x Near] [L1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora