Esa enorme incomodidad de que alguien tomara la total libertad de acercarse e incluso abrazarte como si fuesen algo, era terrible, al menos para Near. Miró unos instantes al chico a su lado, tan fijamente, pero luego apartó la mirada, buscando forma de escapar de esa situación; la inquietud incrementaba, porque muchas cosas están fuera de su lugar y de manera repentina.
¿Qué diablos quería? Nunca se había acercado a él de esa forma, y era de las cosas que más le preocupaba.
— ¿Qué haces? — Su voz sonaba algo irritada, intentando a la vez retirarse de ahí, pero no podía comparar su fuerza.
— Verás, necesito que nos acompañes — No había notado que otro chico estaba también ahí, y aunque la poca luz se estaba desvaneciendo, el rostro de Andy y Jim eran lo suficientemente visibles para reconocer, además de sus voces.
— ¿Sostengo ésto por ti? —Le arrebató los libros que el chico cargaba, siendo fácil para el evitar la resistencia de Near.
— Basta, yo debo irme —No tenía miedo, y su voz era firme, pero ellos simplemente no le podían tomar en serio.
— Vamos Near, no tienes que perderte de nada
— ¿De qué hablas? —Andy, quien forzaba a Near a mantenerse cerca de él, se dio la vuelta para comenzar a caminar, deteniéndose ante el forcejeo del menor.
— Bien, parece que será más complicado — Su voz, casi carraspeando por hacer un poco de fuerza y que Near dejara de moverse tanto, o que al menos lo pudiese llevar casi arrastras, tapando a como pudo su boca, porque Near en verdad tuvo intenciones de hasta gritar si era necesario, con tal de que esos cobardes huyeran, pero ya no podía, y ni forma de morderle la mano.
Fue llevado a través del largo pasillo, intentando inútilmente de detenerse, porque sus pies sin calzado se deslizaban con el suelo, a diferencia de ellos. Terminaron por empujar al chico en una habitación, y ahora que lo habían soltado, intentó correr, pero ambos seguían a su lado, impidiendo todo.
Near buscó cualquier cosa en la habitación que pudiese servirle para poder defenderse, cosa que no era algo que le agradaba pero no iba a dejarse de nada. Quien traía sus libros los tiró a un lado, mientras otro espiaba un poco hacia afuera, esperando.
Tenía que al menos analizar la habitación, siendo relativamente fácil deducir que era habitación de una chica, y viéndolos a ellos, era más que obvio a quién esperaban. Y era entonces que tras deducirlo, la dueña de ese lugar entró, con el ceño fruncido y su respiración casi agitada.
— ¿No es muy dramático ésto? — La chica apretó la mandíbula ante las palabras del menor, aguantando el correr hacia él para golpearlo en ese momento.
— ¡Cállate, maldita sea!
— Si no quieres escucharme entonces deja que me largue, y termina con estas tonterías — Le retó, y aunque estuviese molesto, se escuchaba casi tranquilo.
— Eres un gran idiota, Near... y durante tanto tiempo no te hice realmente nada — Claro, a lo que ella llamaba hacer algo era distinto a molestarlo con cada oportunidad. Ambos chicos detrás de Tamara estaban algo tensos, pero continuaban ahí en silencio, como si estuviese bien lo que ella hacía.— Todo, todo te estuviste llevando, y me cansa, me harta — Avanzaba con pasos largos hasta Near, quien se había tensado un poco, no sabiendo si podría retroceder.
— ¿Por qué no puedes decirme qué te sucede? En vez de gastar tu tiempo conmigo, gritándome cosas insensatas que no puedo entender, ¿Cómo quieres llegar a algo así?
— ¡Tú no tienes ni la cabeza para entenderlo! — Casi a su altura y lo más cerca posible, lo empujaba, intentando torpemente hacerle caer.
— Ésto es una estupidez — Tomó sus manos con fuerza, alejándola, pero sólo lograba retenerla por breves momentos, ya que ella seguía consiguiendo empujarlo.
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Conceptos del amor: CAMELIA [Mello x Near] [L1]
Hayran KurguNuestra historia debe comenzar desde el momento en que se conocieron, ¿Cuál fue la impresión de cada uno? La intriga de saber cómo es realmente aquella persona que tanto está llamando tu atención desde el primer instante es algo que no se puede igno...