Capitulo 6. Angeles

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Estaba lista para ir al orfanato con Camila y ella al parecer ya estaba lista. Por primera vez en mi vida estaba vestida de la forma mas informal del mundo. Baje a la sala y allí estaba ella dándole los últimos toques a las magdalenas que había preparado para los niños. Se volteo y sonrio al verme, se veía completamente hermos.

-Me gusta tu estilo, chica ruda.- rio.- Marcos ¿Podria subir esto al auto?.- le pregunto y el asintió tragando ya que eran demasiadas bandejas, habían como cien magdalenas ahí.- ¿Nos vamos?.- Yo asentí y le tendí mi brazo, ella lo tomo y seguimos hasta el auto.

-Quiero una.- dije oliéndolas.

-Lauren... reina, disculpe...

-Oh no, Camz, dime Lauren por favor.- le rogué y ella asintió.

-Laure, tienen demasiada azúcar y chocolate y sabes muy bien tus riesgos de diabetes.- mi cara se puso completamente roja ¿Cómo sabia ella eso? Que vergüenza.

-¿Cómo sabes eso?.- pregunte muy apenada.

-Michael y clara me dijeron.- toco mi mejilla y la acaricio.- Toma, lolo.- saco una de su bolso y me la tendio.- La hice especialmente para ti.- la mire con la boca llena de chocolate.

-Eres maravillosa, mi angel.- le di un beso en la mejilla.

-¿Angel?.- pregunto con una sonrisa.

-Si, eres mi angel. Eres tan hermosa que solo eso puedes ser.- limpio la comisura de mi labio.

-Eres tan dulce, lolo.- se acerco a mi, estábamos rozando nuestras narices.

-Reina, ya llegamos.- dijo Marcos y yo solo quería matarlo, camila se separo negando y frunciendo el ceño.

Entramos al orfanato, con todos los niños asombrados, saltaron a nosotras emocionados, veian a Camila como la octava maravilla del mundo y es que lo era. Sin darme cuenta yo también la veía como si hubiera descubierto un planeta con aire y agua.

-Reina Lauren.- llego una monja con una bebe en sus brazos, era una bebe preciosa.- Mire, esta bebe la dejaron en las manos del padre Raul, tiene 6 meses y nacio intersexual.- abri los ojos y le pedi permiso a la monja Maria para cargarla.

-Hola, preciosa.- esta rio y agarro mi labio, definitivamente era otro angelito.

-Laur... en.- camila llego corriendo con los niños detrás de ella.- ¿Y esta pequeña?.- pregunto tocándola, la bebe agarro su dedo y rio, era increíblemente feliz al parecer.

-Aun no tiene nombre.- explico la monja.- El primer ministro se paseo por aquí y saludo a los niños.- sonrio la monja.

-Shawn es un amor.- dijo Camila y mi felicidad se desvaneció.

-Me alegra, Señora Maria.- bese la cabecita de la bebe.- Tengo un camión lleno de juguetes, tengo entendido que son 60 niños, ellos se encargaran de repartirles 5 juguetes a cada uno.- sonrei forzadamente.- Y para ti, campeona, lo que quieras.- le dije a la bebe la cual rio mucho, su risa me hacia olvidar el mundo, otro angel para mi.

Camine con Camila y la bebe que estaba en mis brazos hacia el patio del orfanato el cual era demasiado grande, grandes ideas llegaban a mi cabeza. Ya estaban todos los juguetes y todos los niños en una fila mientras las monjas les repartían los juguetes, sus caras de felicidad era lo único que importaba justo ahora.

-Hermana Ana.- llame a la monja encargada.

-Digame, majestad.- hizo una reverencia y yo asentí.

-Este patio es muy grande, me gustaría hacer algo asi como un patio de juegos, solo será una pequeña parte, aun quedara mucho espacio. También me gustaría poner una habitación para bebes, últimamente están abandonando muchos y poner gente encargada de estos, hare un seguro en el hospital para el orfanato, si usted esta de acuerdo, claro esta.- le propuse quitando las manitas de la bebe de mi boca.

-Oh, reina Lauren.- empezó esta a llorar.- usted es la mejor persona en el mundo.

-No llore por favor, Hermana ana. Y tiene mucho espacio y terreno, me gustaría ambientar este orfanato para unos 300 niños y contratar mas monjas.- ella asintió frenéticamente mientras besaba mis manos.

-Eres genial.- Camila me sonrio y supe que mientras ella me sonriera yo causaría la paz mundial.

Duramos unas 5 horas jugando con los niños y haciendo planos de las ideas que tenia en mente, hable con el arquitecto y el estaba emocionado por esto. Después de las cinco horas teníamos que irnos.

-Adiós, Campeona.- le dije a la bebe con los ojos llorosos, ella me abrazo y me dio un beso que consistía en babas en la mejilla.- Vendré a verte.- bese su mejilla.

Camila y yo entramos al auto, yo estaba un poco incomoda ya que se había quedado con una monja todo el día hablando sobre Shawn.

-Esa niña enserio te enganchó.- rio y yo forcé una sonrisa.

-Si.- suspire.

-¿Te pasa algo?.- pregunto tocando mi brazo.

-No, Camila, estoy bien.- trague saliva.

-Esta bien.- bufó.- bipolar.- dije bajo, pero la escuche.

Una reina para Camila (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora