Las gotas de lluvia impedían su visión y el potente viento paraba cada intento de avance, las solapas de su chaqueta parecían aplaudir chocando contra su pecho como si festejaran los silbidos provenientes del tifón, su cuerpo se mantenía inerte ante la magnificencia de aquel huracán que, a cada momento, se aproximaba hacia el.
-Roni, tenemos que irnos. Ya!!!!-
Le gritaron vanamente.
-Roni!-volvió a gritar otro, aún con esperanzas de hacerlo reaccionar.
Al final, el capitán del navío optó por dejarlo. Era mejor eso antes que perder a toda la tripulación.
El huracán a cada instante se acercaba a ellos, azotando el mar fuertemente, incluyendo el bote de emergencia en el que el capitán y casi toda la tripulación aguardaba.
-vámonos rápido capitán, en cualquier momento nos alcanzará y será tarde -
-Lo se- musitó el capitán. Dudaba al mismo tiempo que meditaba. Al final dijo - Antes, por última vez ve por Roni-
-pero, Capitán.....- protestó su joven subordinado.
-Nunca perdí un hombre en el mar.... Y hoy, te juro que no será el día que lo pierda-
La imponente autoridad del capitán extinguió en su subordinado cualquier duda e intento de desobediencia, este fue a buscar a Roni sin decir una palabra.
Afuera del pequeño barco el viento silbaba en sus oídos como un cántico infinito, agudo y eterno. A su parecer sonaban como el canto de miles de sirenas presagiando la muerte.
Roni se encontraba a estribor , al otro lado del barco, inmerso en una quietud y calma únicos, observaba al enorme titán de viento y agua acercarse peligrosamente.
El subordinado corrió como pudo sobre la cubierta del navío, su cuerpo era golpeado una y otra vez por los azotes del viento y, aun con todas sus fuerzas, le costó un esfuerzo infinito llegar hasta Roni.
-Roni, maldito loco. Tenemos que irnos ahora!- gritó el subordinado a la par de Roni pero este solo movía los labios levemente.
-Qué dices !?- preguntó acercándose a los labios de su compañero. Fue ahí cuando lo escuchó.
- Lo oyes?- hizo una pausa y sonrió- Qué magnífica melodía...-
-De qué hablas imbécil, debemos irnos de una vez y rápido!-gritó a toda voz su compañero .
-Lo oyes? Que magnífica melodía.....-
El viento silbaba en intervalos cada vez más prolongados y los decibeles cada vez más altos, el agua se arremolinaba provocando grandes sacudidas al navío, el cual fuertemente era amacado por las olas.
-Estas loco Rony.....-
El subordinado dio la vuelta rápido, sosteniendo su peso sobre tarimas a lo largo de la cubierta. Volvió lo más rápido que pudo solo para decirle al capitán el fracaso que fue entrar en razón con Roni.
-Capitán, estamos perdiendo minutos valiosos ! Debemos irnos ya- gritó desde una esquina el anciano maestre. Lo miraba con la mirada típica de un hombre que vivió mucho, una mirada que no tenía miedo a la muerte pero que era sabia al no buscarla.
El capitán medito otra vez y a los segundos dijo - Está bien, vámonos....-
El tifón estaba próximo a embestirlos, ya no les quedaba tiempo, el capitán dio vuelta la llave para arrancar el sistema de poleas que dejarían al pequeño barco en el agua y listo para la huida.
No paso nada.
Las poleas no se movieron y el barco no arranco , los marinos se estremecieron y entre ellos empezaron a preguntarse asustados que había pasado.
-Capitán, que ocurre!-
-Porque no baja!?-
-La maldita cosa no está bajando!!!-
El capitán entró en un estado de shock, sus ojos abiertos de par en par esperaban que en algún momento el motor encendiera y fueran libres de esa pesadilla. En su cabeza resonaba la pregunta ¿Porqué?.
Fue pronto cuando respondió su pregunta.
3 Horas Antes.
El capitán caminaba sobre cubierta, el sol era muy fuerte haciendo que su piel escoza. A lo lejos una pequeña tormenta se movía lentamente. Uno de los marineros encargado de la limpieza se había quedado parado, mirando directamente al grupo de nubes oscuras en el horizonte.
-Roni...- llamó el capitán a aquel marinero, este no respondió -Roni!- volvió a llamar y en esta vez Roni reaccionó.
-Capitán, estaba pensando....-
-No holgazán, estabas vagueando mirando quien sabe que...-
-No capitán, estaba pensando en que esa tormenta puede girar y lo lejos que estamos de la costa-
El capitán sonrió, viniendo del inútil de Roni, el darse cuenta y ser prevenido, era un avance. Quiso probar cuánto había madurado.
-Y qué propones en este caso?-
-Yo diría que Preparemos todo en el bote de emergencia. Solo para estar seguros....-
El capitán sonrió ampliamente.
-Me parece perfecto Roni. Encárgate de eso-
-Como usted ordene capitán-
Actualidad.....
El capitán tragó saliva, su mano no paraba de girar una y otra vez la llave esperando que en algún momento todo el mecanismo empezara a funcionar.
-Capitán, que sucede. Porque no nos movemos-
-Capitán.... Responda! - gritaron .
El capitán no respondió. Se limitó a salir fuera del barco y corrió a babor, observó por unos cortos segundos la chapa abierta de afuera hacia adentro, una llave inglesa atravesada en el motor destruido y marañas de cables arrancados. No parecía obra de un hombre, sino más bien de una bestia.
El resto de marineros había seguido al capitán para pedirles explicaciones pero al ver lo que veía el capitán temblaron.
Empezaron entonces las preguntas y acusaciones de quien fue, el capitán no decía una palabra y solo miraba con terror el presagio de su fin.
Los silbidos del viento, las olas del mar y las gotas de agua resonaban como una orquesta de millares de personas. Al otro lado del barco se empezaron a oír palmas y gritos de gozo.
-Bravo, Bravo, Bravo....- gritaba Roni por mientras aplaudía. El capitán volvió a sonreír y con su voz gruesa y potente dijo al mismo tiempo que el pesquero era levantado por el huracán. -Lo escuchan, es la música de una sinfonía discordante pero a su vez..... Es hermosa-. Los marineros empezaron a ser llevados por los aires , el capitán y Roni reían en grandes carcajadas antes de gritar al unísono justo en el momento que el enorme pesquero se partió .
-La sinfonía de la muerte es hermosa-
Iré por ti
