Rivales | Licha Magallan

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Llegue a Bronnitsy, más precisamente al predio donde entrenaba la Selección, cerca de las 8 de la mañana.
Le había dicho a Nati que me acompañe, pero prefirió quedarse durmiendo, así que yo vine sola.

Busqué a Cristian, quien se suponía que debía estsr esperandome en la entrada. Seguí mirando para todos lados, pero no estaba. ¿Que debía hacer? Opté por mandarme. Quizás mi amigo ya habia avisado que venia, como para que el guardia lo sepa.

Le sonrei con amabilidad y quise pasar, pero su brazo me lo impidio. Bueno, empezamos mal ya.

- Eu no, escuchame - yo no sé si soy pelotuda o...soy pelotuda. Como le voy a hablar en español si estamos en Rusia. Ruso no sabia, asi que tendría que hablar en ingles. Aunque sabia lo básico y ni siquiera estaba segura de que el supiera.

Me miró serio y me dijo algo en ruso. Bue amigo, no te entiendo nada.

- Bueno amigo, empecemos de nuevo...Soy amiga de Cristian Pavon, el jugador de la Selección y el me invitó así que dejame pasar, porfa.

Me volvió a decir algo en ruso y no entendí. ¿No se da cuenta que no hablo su idioma?

- No te entiendo querido - solté y me reí porque estaba claro que no me entendía nada.

Saqué mi celular y le mandé un mensaje a Kichan y nada. Lo llamé y tampoco. Ay lo iba a matar.

Suspiré y me giré. ¿Ahora que debería hacer?

Pensé y se me ocurrió una idea, algo loca...Pero lo importante era entrar. Antes de hacerlo, ya me estaba riendo. Miré para los costados y ahí había un par de periodistas esperando para entrar, seguramente me iban a ver.

Me giré y vi al seguridad. Se puso a hablar con no se quien por telefono y entonces...Esa era mi chance. Guarde mi celular y me acerqué. Aún no me veía así que, empece a correr. Si, estaba entrando sin permiso, corriendo.
Sentí los pasos del seguridad atrás mío y me apuré.

Cuando estaba por no sé donde me choqué con alguien, que apareció de la nada. Agradecí de cualquier forma que ese alguien me agarrara de la cintura porque sino, por la rapidez con la que venia corriendo y el choque, terminaba en el piso.

Miré a quien aún mantenía su mano en mi cintura: Dybala. Sonreí y esperé que me ayudara.

- Hola... - tomé aire. No daba más después de tanto correr. Cero actividad fisica lo mio - Soy Emilia...Gallardo, ¿te acordas de mi? Bueno resulta que Cristian me invito a...al entrenamiento, entonces vine, no me dejaron pasar y me mandé...Y ahora hay un grandote que me esta persiguiendo para sacarme. ¿Me das una mano, porfi?

El no paraba de reirse ante lo que le acababa de contar. Y si, lo entendía; sino fuera porque no me alcanza el aire también me estaría riendo.

El de seguridad llegó y me quiso agarrar del brazo, pero Paulo se lo impidió. Le dijo algo en ingles y este asintió, yendose. Tremendo.

Una vez que pasó, me tiré al piso, riendome y recuperando el aire. Les juro que no es joda cuando les digo que no doy más, no sé cuanto corrí pero fue mucho.

- ¿Emi? - apareció Cristian, mirandome confundido desde arriba.

- ¡Ahora apareces! ¡Si no fuera por Paulo, ese grandote que esta en la entrada me hubiese matado! - dije. Si, bastante exagerada.

- ¿Qué? ¿Qué te paso? - preguntó ayudandome a pararme.

- Vine hasta acá como vos me dijiste, y quise entrar pero como no había nadie esperandome, ni habías dicho nada de que venía, no me dejaron pasar. Entonces me manee a correr y el chabon me persiguió, hasta que me cruce a tu compañero y me salvó - le informé.

El no dijo nada y me abrazó.

- Te extrañe negra - soltó - ¿Cómo estás?

- A vos no te puedo mentir, pero dentro de todo...bien - respondí.

- Ya va a pasar todo, y van a volver - me dijo mirandome y yo me sorprendí por sus palabras - No te hagas la sorprendida, vos lo amas y el, aunque se equivoco, se arrepintió y también te ama.

- ¡Ay no sé Cris! Siento que la cabeza me va a explotar de tanto que pienso en el - me sinceré - Pero mejor no hablemos, porque no voy a terminar bien. ¿Vos que onda? ¿Estás feliz? ¡No puedo creer que estes acá!

- Yo tampoco - dijo emocionado - Es un sueño Emi.

- Te lo mereces - pasé mi brazo ferecho por su cintura mientras el rodeaba mis hombros.

De esa forma, llegamos a donde estaban todos y yo no podía creer que estaba viendo a todos ellos acá. Ahora entendía, en parte, lo que me decía Cristian. Era una locura todo esto.

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Lo unico puesto en esta letra es porque esta en ingles, pero ah no tenia ganas de buscar y escribir asi que ya fue amigxs