XIX.

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Louis miró a su amiga como si hubiera perdido el sentido.

Tenía los ojos abiertos de par en par y el corazón le latía con fuerza.

— ¿No te has preguntado nunca la razón por la que permite que libres a gente de sus garras cuando está borracho?— le preguntó Patty.

— Porque yo no le tengo miedo.

Patty lo negó con la cabeza.
— Porque él haría cualquier cosa por ti. Todos lo sabemos y cuando él se sienta y se te queda mirando con esa mirada perdida...

— Pero... pero él me dijo que había una... mujer... a-alguien... — Louis dudó un instante. — Harry me dijo que esa... mujer, que esa persona no le iba a querer así como era, que quería cambiar y culturizarse de forma que pudiera tener alguna oportunidad con... ella.

— Estaba hablando de ti. Tú, con tu educación y buena familia. Para Harry era como desear la luna, y debía pensar que eso era algo imposible. Pero supongo que tenía que intentarlo de todas formas.

Louis se sintió como si alguien le hubiera dado con un garrote en la cabeza.

¿Harry lo quería?

— No te sientas tan mal — siguió Patty. — Lo superará, ya estaba casi normal esta mañana. Una vez que se dé cuenta de lo tonta que es la idea, volverá a ser normal y podrán volver a ser amigos de nuevo. Harry no es rencoroso e incluso en el futuro te agradecerá que le hayas puesto en su lugar.

Patty se puso en pie riéndose. — ¡Imagínate, Harry y tú! Sería algo curioso ¿no? La bella y la bestia. ¡Wow! Bueno, nunca te estaré suficientemente agradecida porque me hayas dicho lo que siente Jake por mí realmente. Y no te atormentes por Harry. Sólo le has ayudado a ver la luz. Lo llevará bien, casi se le ha pasado ya lo de ayer.

— ¿Podrías... decirle que lo siento?

— ¿No prefieres venir conmigo y decírselo tú mismo?

— ¡No! No, no creo que deba. Es demasiado pronto todavía.

— Bueno, pues entonces, ya se lo diré yo. ¿Te sientes mejor ahora? Él no está herido, sólo un poco resentido.

Louis asintió. —Gracias por venir. Siento haber estado antes tan desagradable.

— Sin problemas, yo sé lo que el sentimiento de culpabilidad puede hacer con la gente. Dime, no te estarás sintiendo atraído por Harry ¿verdad?

— ¿Quién, yo? — Louis se rió nerviosamente y añadió —Como tú dijiste antes, sería algo curioso, ¿no?

— Sí, sería muy divertido. De acuerdo, me voy— le dijo riéndose cuando Louis empezó a mirarla como si la fuera a matar. —¡Ya nos veremos!

Louis se quedó sentado frente a la ventana durante un largo rato, pensando en lo que le había dicho Patty.

Se puso a recordar trozos de conversación y empezó a darse cuenta de que debía ser verdad.

Harry debía estar enamorado de él.

Pero, fuera lo que fuera lo que había sentido por Louis antes, ahora lo odiaba.

Lo odiaba por tratar de vivir en el pasado con Zayn y por lo que le había dicho el día anterior.

Lo odiaba por haberle hecho sentirse inferior. Se obligó a sí mismo a comer algo para cenar, y trató de decidir qué hacer.

Su vida estaba tan vacía que no sabía lo que iba a tener que hacer para sobrevivir.

Quizás lo mejor fuera volver a Charleston.

Ese pensamiento duró solamente unos pocos minutos.

No, no podía dejar Sweetwater.

No podía dejar a Harry. Era mejor poder verle de vez en cuando durante lo que le quedaba de vida, que no volver a verle nunca más.

Se acercó al teléfono y se quedó mirándolo, quería llamarle, disculparse, oír su voz... pero no se atrevió.

Al final, después de anochecer, marcó el número de Patty.

— Hola— contestó Patty.

— Soy Louis. ¿Está... está Harry todavía ahí?

— No, querido, se fue a su casa a cuidarse él mismo sus magulladuras — le dijo Patty. —Está un poquito prohibido, creo. Supongo que lo encontrarás por allí.

— De acuerdo, gracias.

— De nada— murmuró Patty y una voz masculina se rió suavemente al fondo.

Louis colgó y sonrió desmayadamente. Le había parecido que era la voz de Jake y se alegró por Patty, por lo menos su larga espera había terminado.

Luego marcó el número de Harry y esperó, esperó mucho, hasta que, por fin contestó.

— ¿Sí? Dígame— dijo Harry con una voz profunda y triste, como de derrota.

Louis tuvo miedo de que lo fuese a colgar, así que le dijo suavemente. —Lo siento...

Hubo un largo silencio.

— ¿Por qué te disculpas por decir la verdad? — le preguntó finalmente. Por lo menos, estaba hablando con Louis.

Entonces, se sentó desmayado en el sofá con los ojos cerrados. — ¿Cómo estás?

— Viviré.

A Louis no se le ocurría nada más que decirle. Excepto quizás: «Te quiero», porque le quería desesperadamente.

Patty le había dicho que Harry le amaba pero esos días ya se habían perdido en el tiempo.

Louis sabía que había matado esos delicados sentimientos que Harry tenía hacia él.

— ¿Ne... necesitas algo?

— No de ti, Louis.

Louis lo sabía ya, pero oírle le hacía daña y rompió a llorar.

— Sólo quería saber cómo estabas. Buenas noches.

Entonces fue a colgar, pero Harry pronunció su nombre de una forma que lo impidió.

— ¿Sí?— suspiró Louis.

Hubo entonces un larga silencio y el ojiazul contuvo la respiración, esperando contra toda esperanza que le dijera algo que demostrara que todavía sentía algo, para que fuera hacia él.

—Gracias par la lecciones— le dijo Harry después de casi un minuto de espera. —Van a ser de gran utilidad.

—Eso espero— le contestó Louis y colgó.

A lo mejor Patty estaba equivocada, pensó Louis desesperadamente. A lo mejor había otra persona que ninguno de ellos conocían y de la que no sabían nada.

Una mujer o un hombre de Phoenix o de cualquier otra ciudad. Y ese pensamiento le estuvo torturándole durante casi todo el resto de la noche.

Keyframe [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora