Ghost of you | c.t.h

IV

Ashton's POV

—¿Qué? —Me respondió de inmediato, se levantó y me enfrentó.

《Vaya que ésta mujer da miedo》Pensé al ver su mirada clavada en mi, dejé el portaretraros con una foto de nosotros cinco.

—Te dije que era una suposición. —Respondí mientras bebía té de aquella taza roja.

Mire el interior de la taza mientras mi conciencia me gritaba mentiroso, pues el mismo Luke me lo confesó.

—Ashton. —Me llamo el rubio mientras cocinaba mi cena.

—No pienso prestarte dinero. —Respondí rápidamente, cortando la cebolla en trocitos.

—No es eso, tonto. —Sé acercó a mi lado, viendo con atención qué hacía.

—¿Quieres que te invite a cenar? Entonces ve poniendo platos en la mesa —Le señale la mesa al otro lado de la habitación, me incomodaba un poco que me mirara fijamente.

—Tampoco era eso, pero ya que insistes. —Sé encogió de hombros y empezó a sacar un montón de cosas de los muebles de la cocina.

《¿Qué hiciste? Mejor le hubieras dicho que sólo se sentará, es un bobo y lo pones a hacer co...》 Interrumpí el regaño de mis pensamientos debido a un estruendo, me devolví hacía Luke quién había roto un plato. Mi mirada asesina se posó en él.

—Puedo pegarlo. —Murmuró completamente avergonzado.

Suspiré dándome cuenta que seguro me comporte como su madre, me acerque a él, dándole un abrazo. No podía negar que adoraba a ese chico aunque en ocasiones podía ser un completo idiota.

—Sólo recogelo con la escoba y el recogedor, no te vayas a cortar. —Le pedí mientras me separaba de su lado y seguir cocinando.

Terminé con la comida, sirviendo en los platos que Luke había puesto en la mesa, siendo cuidadoso de no romper algo más. En ese rato, me puse a pensar que tal vez fue porque lo que tenía que contarme lo ponía nervioso.

—¿Me dirás que pasa? —El chico trago el bocado sin antes siquiera masticarlo.

—Yo... Hay una chica.

—¿En serio? Me alegro por ti, ¿Cómo se llama? —Le pregunté animado mientras cortaba un trozo de carne.

Me emocionaba saber que Luke volvería a enamorarse, después de su última novia quedó devastado, hubo un tiempo en que tuvo que vivir conmigo, no podía con la soledad, pues en ese entonces Calum tenía meses de desaparecido y Amelia junto con Michael estaban rehabilitandose.

—Amelia. —Me detuve en seco casi atragantandome.— No te ahogues. —Me acerco un vaso de agua del cual tomé el líquido.

—Dime que no es la Amelia que estoy pensando. —Murmuré una vez que me había calmado.

Se quedó callado. Maldije para mis adentros, no podía ser posible, no quería que lo fuera porque eso implicaría un problema enorme.

—Lo hice sin darme cuenta, lo siento... No quiero hacer un gran desastre por mis sentimientos, porque yo sé que ella aún ama a Calum pero eso me ha llevado a sentir esto, quiero protegerla en sus peores días y... —Suspiro, dejando caer su cabeza sobre su mano.

—Mierda. —Solté sin pensarlo, de verdad se había enamorado.

—¿Tan malo es? —Pregunto aún ahogado en sus propios pensamientos.