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Sentí un ligero dolor en mi costado, tocándome con delicadeza, entre el sueño me percaté que era el lugar donde tenía el tatuaje en conjunto con Calum.

De poco a poco me levanté, viendo las paredes grises de mi habitación. ¿Cómo es que había llegado ahí? Lo último que recordaba era que estaba en la terraza, en donde me había quedado dormida.

Pronto mi duda se resolvió al escuchar al exterior a Ashton discutir con Luke y a su vez con Michael.

Me mantuve en silencio para escuchar lo que decían.

—¿Cómo es posible qué no nos diéramos cuenta?

—Ninguno lo sospecho, Ashton, no te culpes. —Respondió calmado Michael.

—¿No estás viendo lo grave de la situación? Hay más de treinta botellas ahí Michael, no sabemos cuánto tiempo lleva bebiendo.

Mierda.

—Ashton, Michael tiene razón, nunca íbamos a saber de no haber sido porque la encontré así anoche, nunca nos dice nada, come tan poco y casi nunca está en casa. —La serenidad en la voz de Luke me asusto.

Fue entonces que el llanto de Ashton me dolió como una patada en el estómago.

—Yo le dije qué podía confiar en mi, que no necesitaba fingir estar bien si estaba a mi lado ¿Tan poco le importó eso?

—Comprendela, seguro estaba asustada, tiene un dolor tan grande que tal vez lo único que la adormece es el alcohol. —Salió a defenderme Michael, aún tranquilo, intentando contagiarle ese sentimiento al castaño.

—Pues necesita dejar ese estúpido dolor de lado, ese dolor se la está llevando de poco a poco, después de saber lo de Calum no soportaría perderla a ella también.

Se escuchó un portazo, seguro se había ido a calmar el llanto que me dolía haberle provocado.

—Deja voy por él, ve a ver si Amelia ya despertó.

Fueron las últimas palabras que le oí decir a Michael.

La puerta de la habitación se abrió, Luke me miro triste, se sentó en el borde de la cama mientras miraba su regazo.

—¿Dónde está Duke? —Pregunté preocupada al notar la ausencia de mi fiel compañero.

—Crystal lo ha llevado con Southy a pasear.

Nos quedamos en silencio, me moví torpemente hasta quedar a su lado, lo miré, esperando a que dijera algo.

Sujeto mi mano, me miro, con los ojos irritados.

—¿Por qué no nos dijiste?

Silencio.

—Sabía que se iban a preocupar, no quiero ser una carga en sus vidas. —Me límite a responder, siendo completamente sincera.

Se quedó pensativo, soltó mi mano y llevo sus dedos temblorosos al borde de mi camiseta de dormir, me miro buscando aprobación, no sabía qué quería pero sabía que tratándose de él no debía temer, por lo que asentí.

Levantó mi camiseta hasta mis costillas, vi como los ojos se le llenaban de lágrimas y un alarido de dolor salió de lo más profundo de su garganta.

En ese instante fui consciente de mi escasez de grasa en esa zona, dejando ver a mis costillas, con algunos moratones, Luke entre llanto me abrazo, besando mi cabello.

—Te prometo que vas a estar bien.

—¿En serio lo prometes? —Las lágrimas inundaron mi rostro mientras mi corazón se llenaba de esperanza, él asintió.

Ghost of you | c.t.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora