Sexo con mi hermano. (Gilmher Croes '& tú)

Capitulo 22.

Narra ___.

La nueva cocinera de la familia había echo costillas en salsa barbacoa para toda la familia. En la cena Gilmher y yo cruzábamos miradas y sonrisas y me preguntaba como es que mis padres no se daban cuenta de lo que sucedía entre Gil y yo ¿Acaso eran idiotas?

Entre conversaciones y conversaciones mis pensamientos fueron viajando, me quedé pensando en lo que había dicho Megan. ¿Porqué me decía cosas tan dolorosas? Cada palabra filosa que salía de su boca me lastimaba, me hería tanto por dentro que ya no soportaba, y menos mal que Gilmher llegó a mi vida porque si no fuera así ya no estaría viva desde hace un tiempo.

- Cariño, ¿en qué piensas tanto?- Preguntó mi madre tomando de mi mano. No sabía que contestar, no sabía si quería hablarle aún ya que desde hace unos días no nos hablábamos tanto después de lo que pasó. Mi boca no quería abrirse para ella y mucho menos para Gilbert, mi padre.

Susanne- El director del colegio nos llamó ___. ¿Tienes algo que contarnos?- De seguro el viejo canoso le fue con el cuento de que golpeé a la loca de Megan, pero solo fue para defenderme así que no puede castigarme ni mucho menos darme sermón de la vida.

__- ¿Qué me dirás mamá? ¿Qué no es bueno andar por la vida dando golpes? Lo hice para defenderme, ¿está bien?- Retiré mi plato de la mesa y me dirigí a mi habitación, era increíble que mi madre nunca me haya apoyado en algo que yo haya hecho, nunca me escuchó, nunca estuvo allí para mí.

Gilmher entró a mi habitación y se acostó a mi lado aferrándome en sus cálidos brazos, besándome en el cuello para que me excitara y lo iba a lograr si seguía así.

__- No estoy de ánimos, perdóname.

Gil- Claro que no estás de ánimos, por eso hago lo que hago.- Dijo entre besos en mi nuca. Su mano derecha fue debajo de mis bragas tocándome suavemente, hacía que perdiera la cordura.

__- Gil, nuestros padres... nuestros padres están aquí.

Gil- Lo siento, es que no puedo esperar a otro encuentro.

__- Ya lo tendremos mi amor. Lo prometo.- Me giré a él y lo besé.

Al otro día, estábamos completamente solos en la ducha, mis padres habían ido por su trabajo desde temprano, la cocinera tenía su día libre al igual que Josefa, la mucama.

Gilmher estaba pasándome el jabón por la espalda mientras yo disfrutaba de la ducha caliente junto a él.

__- Quiero terminar rápido así llegamos cuanto antes al lugar que me dijiste ayer.

Gil- Paciencia niña.- Me dió una palmada en el trasero y luego me besó el cuello.

Después de un largo viaje, por fin pude conocer el lugar donde quería llevarme: una cabaña en el medio del bosque.
La cabaña era hermosa, estaba rodeada de macetas de flores, árboles y de hierbas frescas. Se podía ver a simple vista una chimenea hechas de piedras rústicas, ventanas de cristal y techo de chapas.

Gil- Es la cabaña de los Croes, siempre venimos aquí los días de pascua, navidad, año nuevo y día de acción de gracias.

__- Es hermosa Gil.

Gil- Es hecha por mi abuelo. Así que tiene más de 56 años está cabaña.

Entramos a la cabaña a dejar las cosas, mientras Gilmher ordenaba los bolsos yo iba de puerta en puerta a conocer cada rincón de esa hermosa y pintoresca cabaña.

Ya teníamos hambre, prendí una hornalla y puse agua a hervir en una cacerola. Iba a preparar spaghetti con albóndigas en salsa de tomate. Mientras esperaba que el agua hirviera buscaba los tomates, dos dientes de ajo, sal y aceite. Piqué los tomates junto con los dientes de ajo e hice una salsa perfecta con el resto de los ingredientes. Me dirigí al fuego y vi que el agua ya estaba lista para el spaghetti, pero cuando quise girar sentí una mano caliente en mi abdomen que hizo que saltara.

Era Gilmher que me llegó por detrás y apagó el fuego, hizo que girará para que viera sus brillantes ojos, eran hermosos. Pasó su húmeda lengua por mí rostro y luego me susurró.

Gil- Estoy sediento de sexo.

__- Y yo también.- Contesté juguetona. Me bajó el shorts de jeans y puso sus manos a trabajar. Una de ellas estaba manoseando uno de mis pechos y la otra jugando con mi sexo, era tan excitante.

Besó mis labios, penetrando mi boca con su lengua, me acercó más a él y nos llevó a un sillón que estaba cerca de la chimenea. Terminó de sacar mi short y luego me sacó mi suéter, solo estaba en bragas y sostén. Yo hice lo mismo que él, primero le saqué su suéter, luego sus zapatos y su pantalón rojo, y por último su bóxer. Podía ver el animal parado y rozando mis partes.

Me puse de rodillas y pude meter en mi boca su miembro, lo chupaba mientras él sostenía mi cabeza, era tan placentero. Hace tanto no hacía eso, casi semanas y valió la pena esperar. Mis rodillas estaban matándome pero no me importaba, lo que importaba era el placer de Gilmher y el mío.

Gilmher me puso de pie, me susurró algo al oído pero no alcancé a escuchar, me lamió el cuello y después la mejilla. Me recostó sobre el sillón, sacó mi braga y mi sostén y abrió mis piernas, ahora él estaba arrodillado, escupió sobre mí y luego puso su lengua a lamer mi clítoris. De lamer, pasó a chupar ¡Mierda! Que rico se sentía.

__- ¡Ah!- Salió de mi boca y una risa pequeña salió de la de él. Gil se puso de pie y me examinó desnuda.

Gil- No quiero que te toques pensando en mi. Ya vuelvo.- Se fue directo a la cocina dejándome intrigada en lo que iba a venir. ¿Tocarme pensando en él? Lo iba a hacer si no volvía en segundos.

Su figura desnuda apareció por el umbral de la puerta y en su mano un plato hondo con salsa.

__- Pero... ¿Qué?

Gil- ¿Qué? Tengo hambre.- ¿Iba a parar para comer? Me pregunté, él me sonrió y se sentó a horcajadas sobre mi abdomen, su miembro apuntaba a mí.

Con una cuchara empezó a esparcir la salsa tibia por mis pechos desnudos, ya sabía que iba a hacer, luego puso un poco de salsa por mis hombros y después por mi estómago. Se puso de pie y me acostó en el frío piso de madera. Con su boca y lengua comenzó a chupar toda la salsa de mi estómago y me hacía cosquillas con su barbilla, era tan excitante. Después de terminar con mí estómago y hombros chupó toda la salsa de mis pechos, no dejaba de hacerlo, si se terminaba ponía otro poco.

Ahora él estaba acostado en el piso y yo sentada sobre el pero a espalda, él estaba penetrándome rápidamente, mi trasero subía y bajaba, subía y bajaba.

Gil- Te amo hermosa.
__- Y yo Gil, ¡Pero sigue!- Grité bromeando y el rió apretando son sus manos mi trasero.

Giré para ver sus ojos, ahora estábamos frente a frente, besé sus labios penetrando con mi lengua su boca y el penetrándome por delante sosteniéndome con sus manos mi cintura otra vez subía y bajaba mientras devoraba su boca.

Gil- Te amo, te amo con locura ___ Parker, te amo enserio. Te lo juro por Dios.

__- Yo... yo también Gil. ¡Ah!