Rosas [KEO] 02

Extra

El viaje de regreso a casa había sido bastante tranquilo a pesar de que tuvieron que documentar un par de maletas extras, por todos los souvenirs adquiridos. Ken estaba muy curioso, Leo le había platicado a grandes rasgos sobre su sueño, sin mencionar más allá del aspecto que ellos tenían. Sin embargo, tal parecía que el castaño no iba a dejar pasar la oportunidad de averiguar más del asunto.

—... Entonces ¿Qué tal me veía? ¿Era bonita?

— Ken, solo fue un sueño, no sé porque le das tanta importancia.

— Pero yo quiero saber más... Anda cuéntame, recuerda que yo si te conté absolutamente todo lo que paso en el mío.

— Y esa es la razón por la cual no voy a decirte nada.

— ¡Por favor! — canturreó mostrando su mejor puchero para convencer a Leo.

— Está bien, te contaré, pero solo si prometes permanecer completamente callado, al menos hasta que termine ¿de acuerdo?

— ¿De acuerdo?

El relato para Ken fue como una película de la vida real, ya que por cada palabra dicha por el de cabellos plateados, le provocaron una infinidad de sentimientos y sensaciones, especialmente las partes en las que las "protagonistas" se habían alejado al punto de frustrarse una con la otra. Tal cual había prometido no habló, hasta que Leo dejo de hacerlo, pero, aunque no dijo nada eso no impidió que su rostro mostrara lo que el relato le hizo sentir, ya que el mismo se distorsionó en más de una ocasión en muecas de sorpresa, angustia e indignación según el momento relatado, para finalmente terminar con la cara llena de vergüenza, pero mostrando con orgullo una sonrisa de oreja a oreja.

— Vaya, creo que tu sueño fue incluso más interesante que el mío... — comentó abrazando a Leo, para luego agregar — Te imaginas como sería nuestra vida si en vez de un sueño, todo fuera real y nosotros realmente fuera chicas, tú serias una mujer tipo tomboy al estilo de Ruby Rose y yo pues sería como JLo.

— ¿En serio JLo?

— Bueno, lo digo por... Ya sabes...

* * *

Lía miraba con insistencia la posición de Janie con verdadero ojo crítico, incluso giró su rostro en forma horizontal con tal de encontrar una mejor vista.

— No, no me gusta — dijo con simpleza.

— ¿En serio? Pero si me queda bien.

— Ya te dije que no te pienso dejarte salir con eso puesto.

— ¿Pero, por qué...?

— Como si no supieras el porqué.

— Bien, me cambiaré... Dios hay días en los que odio tanto que seas una celosa empedernida — susurró lo último para sí misma.

— ¿Qué dijiste?

— Nada mi amor, ahora vuelvo.

Aunque Lía no había alcanzado a escuchar bien lo último podía darse una idea de lo dicho por Janie, después de todo su plan para que la castaña escogiera ropa para el baby shower de su hermana estaba saliendo a la perfección. Sólo tenía que regresar después para comprar las prendas.