Tomlinson y Styles seguían en las oficinas de "The Guardian", en aquella pequeña habitación que nadie usaba. El más alto estaba sentado en un sillón, mirando a la nada, mientras que el otro estaba sentado en una mesa que era demasiado alta como para que sus pies tocaran el suelo. Se había creado un silencio incómodo que no parecía que tuvieran mucha intención de romper. Hasta que al fin, Louis, aburrido, preguntó:
—¿En cuántos minutos puedes estar ya fuera sin riesgo a qué te maten?—miró al reloj— Debe ser tóxico compartir tu mismo aire.
—¿No te cansas de bromear?—se cambió de posición en el sillón, luego se toqueteó el cabello— Pon cinco minutos más, por si acaso.
—Tienes muchísimo miedo ¿eh, Styles?—rió— A veces pienso que no tienes sangre en las venas. Estás mirando a un punto fijo. ¿En qué piensas?
—¿En qué crees que pienso, Tomlinson?—le contestó mirándole fijamente a los ojos. Louis sintió por un momento que le estaba atravesando el alma con la mirada. Sus ojos eran vacíos, no tenían absolutamente nada, solo eran intensos. Le recorrió un pequeño escalofrío.
—Mmmm. No sé. Tu rostro siempre es inexpresivo. ¿Quizás con la mujer con la que estuviste anoche?
El ojiverde soltó una carcajada forzada y amarga—¿Por qué asumes que ayer estuve con una mujer? Pude haber estado solo perfectamente, o...
—Todo el mundo dice eso sobre ti. Siempre estás con mujeres. ¿No te cansa? Para mí es agotador.
—¿Estar con mujeres es agotador para ti?— sonrió de lado —Deberías hacértelo mirar. Igualmente, ya dije que no deberías creer en los rumores.
—No me vas a negar que es cierto— se mordió el labio— todos los rumores tienen algo de verdad.
—No te voy a negar absolutamente nada, Tomlinson. Eres libre de creer en lo que quieras.
—Bien. Pensaré lo que todo el mundo piensa. —Finalizó Louis, rascándose la barbilla. Styles alzó las cejas y se encogió de hombros en el sillón.
—Mmmm...—murmuró el rizado, mirándole curiosamente— Tomlinson, bonito anillo, ¿verdad? Se parece a uno que perdí justo el día que te conocí— se levantó y se acercó —¿qué tienes que decir?
—¡Ah!—exclamó Louis sobresaltado. Miró el anillo con una rosa tallada que reposaba en su dedo corazón, se sonrojó de la vergüenza por haberlo olvidado y volvió a hacer contacto visual con Harry, que se encontraba cerca de su rostro.
—¿Hmm?–inquirió acercándose un poco más—¿Y bien?
—E-el a-anillo, sí, sí, e-era la razón por la que estaba ce-cerca de las oficinas de The Times. Iba a... a b-buscarte p-para devolvértelo.—Tartamudeó. Luego, con más seguridad, frunció el ceño y añadió— Estás en mi espacio vital, Styles. Echate para atrás.
El otro resopló, negando con la cabeza, y dio un paso hacia atrás, sin dejar de hacer contacto visual.—En el caso que te creyese, ¿por qué lo tenías tú?
—Fue todo tu culpa— el ojiverde rió ante el comentario— No te rías, es verdad. Te lo dejaste en mi ca-... digo, en la casa de Zayn. Él encontró el anillo y se dio cuenta de que habías estado ahí. Se enfadó mucho.
—Mh.—Sonrió de lado, mirando el anillo en la mano del ojiazul— ¿Tanto miedo le doy a Zayn? Ni que por hablar contigo vaya a corromperte y a cambiarte el modo de ver la vida. Ya veo venir el discurso de "acabarás en el infierno si hablas con Styles".
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Made Of Gold // L.S
FanfictionThe Times y The Guardian son dos periódicos que compiten en la época de entreguerras en la Inglaterra de 1930. Dos periodistas de estos respectivos periódicos, Harry Styles (The Times) y Louis Tomlinson (The Guardian), compiten por el mayor éxito. A...