Capítulo 3

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Recreo...

Alicia estaba hablando con Agustina, solamente algunos estaban en el salón, no querían salir afuera porque el clima, era caluroso para una mañana de verano, así que se quedaron ahí a disfrutar de los 17° Celsius "artificiales" con algunos de sus compañeros.

—¿Oscar sigue hablándote? —Marlowe apoyó sus codos en la mesa, y su cara en sus manos.

—Oscar dejó de hablarme completamente —suspiró—, ni siquiera esas sonrisitas pequeñas que me daba al verme están, nada, nothing.

—Es momento de buscar a alguien ¿En quién te podés fijar?

La muchacha observaba a los alumnos varones, todos ellos estaban reunidos, como manada varonil en celo por una perra.

—Ay Alicia, ninguno es de fiar... aunque Martín está a todo dar... pero nah; el que sigue es Víctor, pero como todos sabemos anda en busca de la almeja de Jessica, al igual que todos —volvió a ver la muchedumbre, Jessica estaba entretenida con todos, le divertía ver qué todos estaban sumisos ante ella, era la puta ama—, no.

—Si mostraras tus piernas...

—Tengo celulitis en mis casi 16 años...

La puerta se abrió justo cuando el timbre había sonado, los chicos de afuera iban ingresando rápidamente ya que vieron el aspecto del nuevo docente, un hombre con traje, parecía conservador, y muy severo, tenía cabellos grises y usaba anteojos.

—Buenas días —parece que tenía algo en la boca, porque apenas podía pronunciar bien, pero su voz era de un viejo galán que a algunas pudo cautivar, entre ellas Jessica, que no dejaba de mirarlo con sus ojos de color miel.

—Buenas días —le dijeron todos con miedo, y es que era lo que transmitía.

—Tomen asiento y pónganse cómodos. Empecemos con...

Todos le hicieron caso, nadie hizo rechinar la silla, era un silencio absoluto,  pero Tomás lo rompió haciéndose el gracioso.

—Qué seriedad Coppo. Chicos no sé preocupen, nos va a romper el culo en los exámenes pero este es el mejor profesor que vamos a tener. Basta de seriedad que acá estoy yo que te conozco.

—Gracias, ahora perdí la oportunidad de ser un hombre serio.

Agustina también se sintió atraída por el educador, lo observó detalladamente, era un hombre de unos 50 años, con una barba un poco castaña y algo de blanco, un chupetín en la boca a lo canchero, y así es, "el abuelo" le gustaba, era un señor atractivo, nadie lo negaba, desde la abuela que estaba en sus últimos días, hasta la adolescente o el adolescente  gustaba de él. Unos minutos más tarde, prestaban atención a todo lo que decía, era el profesor de Filosofía, pero era Psicólogo, uno de los más conocidos y prestigiados de la zona.

Al finalizar la clase, el profesor dió la orden de que podrían salir afuera, era buena onda, pero no perdía su lugar de autoridad como debía hacerlo cualquier docente.

Buffet...

—Estuvo linda la clase.

—Sí, es un pendejo más, o sea, se comporta como nosotros —dijo Alicia colocándose en una silla, era la última de sus amigas en sentarse.

—Y las barbaridades que dijo, nunca creí ver un profesor insultar al nivel supremo, impactada —dijo Bella poniendo su mano en su pecho.

—Pero está bueno.

Agus miraba a la nada, apoyó su codo derecho en la mesa de madera y luego su mejilla en su mano. Unos segundos después, se dió cuenta de lo que dijo, así que abrió los ojos como platos, estaba un poco avergonzada pero no sé arrepentía de lo que soltó, aunque debía encontrar una solución para despistar a sus amigas de que el profesor le atraía.

—Sí, está bueno —Isabella la miró de reojo y luego hizo una mueca de que no entendía lo que dijo, Alicia levantó sus hombros y frunció su mentón—, al menos él no es como el cura que se hace el de decir palabrotas sólo para caernos bien.

—Coppola lo hace porque es su personalidad.

Suspiró porque estaba aliviada, por los gestos que habían hecho sus amigas y no le hicieron ninguna pregunta sobre lo que dijo, se dio cuenta que sus amigas no tenían sospechas sobre el tema.

Agustina sacó un chupetín del bolsillo de su remera, y sacó el envoltorio.

—Claro, tiene una linda personalidad —cuando se lo metió en la boca, disfrutó del sabor frutilla, y también de la presencia del profesor que entraba con una alumna que iba al último año del Higuer

—¡Ay no papá! —se quejó la chica castaña.

—Papá —susurró Agustina y no le quitó la mirada, aprovechaba que sus amigas debatían sobre la nueva canción que lanzó Zayn Malik.

Entre Amigas #3 - La previa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora